Los obispos colombianos sobre caso de Martha Sepúlveda: “La muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor”

La mujer, declarada católica confesa, ha declarado a medios que se practicará la eutanasia este 10 de octubre

Martha Sepúlveda, la colombiana que ha pedido la eutanasia sin tener enfermedad terminal

Por estos días el tema de la eutanasia ha vuelto a la palestra tras el caso de Martha Liria Sepúlveda, la primera mujer en Colombia que sin enfermedad terminal ha pedido se le practique la eutanasia este 10 de octubre.



Frente al revuelo de las declaraciones que la mujer dio a Noticias Caracol en la que aseguró ser católica practicante y aún así pidió la eutanasia, la Conferencia de Obispos ha fijado posición: “La muerte no puede ser la respuesta terapéutica al dolor y al sufrimiento en ningún caso”.

“La muerte propiciada mediante el suicidio asistido o la eutanasia no resulta compatible con nuestra interpretación de la dignidad de la vida humana, como sí lo es la utilización de los cuidados paliativos”, señalaron.

Un llamado a reflexión

Francisco Ceballos, obispo de Riohacha y presidente del departamento de promoción y defensa de la vida del episcopado, en nombre de sus hermanos obispos, ha expresado su cercanía a Martha.

“Como pastor de la Iglesia católica, con mucho respeto y mucho cariño, le quiero manifestar a mi hermana Martha que no está sola, que el Dios de la vida siempre nos acompaña. Que su tribulación puede encontrar un sentido trascendente si se convierte en una llamada al Amor que sana, al Amor que renueva, al Amor que perdona”, ha dicho.

También ha invitado a la mujer “a reflexionar serenamente sobre su decisión; ojalá, si las circunstancias se lo permiten, lejos del acoso de los medios de comunicación que no han dudado en tomar su dolor y el de su familia, para hacer una suerte de propaganda de la eutanasia, en un país profundamente marcado por la violencia”.

El prelado ha recordado las palabras del papa emérito Benedicto XVI sobre la eutanasia: “La verdadera respuesta, ante el dolor, no puede ser, de hecho, dar la muerte, aunque sea dulce, sino testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de un modo humano”.

Foto: Revista Semana

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