Los obispos, sobre la prohibición de vender bienes de interés cultural: “Ni privilegios ni discriminaciones”

“No creo que a ningún obispo de España se le ocurra vender una catedral o a un párroco se le ocurra vender una iglesia”, comenta Luis Argüello sobre la nueva ley de Patrimonio Histórico

“Ni privilegios ni discriminaciones”. Es el mensaje que lanzó esta mañana el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, durante la rueda de prensa tras la Comisión Permanente, al ser preguntado por el anteproyecto de reforma de la nueva Ley de Patrimonio Histórico que prohibirá la venta de bienes de interés cultural a la Iglesia.



“No me he leído el texto, solo tengo las referencias de prensa”, advirtió el portavoz de los obispos, que dejó caer que “no creo que a ningún obispo de España se le ocurra vender una catedral o a un párroco se le ocurra vender una iglesia”.

“Me sorprendería que se hablase de que solo los bienes de interés cultural de la Iglesia fuera inalienables, porque hay más entidades. Seguro que la mayoría son de la Iglesia, pero no los únicos”, comentó a continuación. En cualquier caso, planteó que esta dinámica ya se da con los bienes muebles: “Nadie puede vender una imagen determinada sin el conocimiento de las autoridades”.

Desde ahí planteó un doble correlato. Por un lado, dejó caer que “si un bien no puede ser enajenado, no puede ser embargado”. Por otro, reclamó a las Administraciones Públicas un mayor “compromiso para colaborar en la conservación de estos bienes”.

Partiendo de esta denuncia, echó mano de su experiencia como obispo auxiliar de Valladolid: “A veces, si hay una gotera o cualquier problema, ponen tales requisitos que para cumplirlos te has gastado el presupuesto antes de que el albañil haya colocado la primera teja porque hay que hacer un informe sobre si afecta a los pájaros o sobre si la arena que se va a utilizar es compatible con la arena siglo XVI de ese edificio”.

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