Tres obispos mexicanos visitan a víctimas de la pandemia

En el marco de la 7ma. Gran Misión Católica, José Antonio Fernández Hurtado, arzobispo de Tlalnepantla, y sus obispos auxiliares, llevaron consuelo a personas que sufrieron la pérdida de algún familiar o de su empleo

Este domingo 16 de mayo, José Antonio Fernández Hurtado, arzobispo de Tlalnepantla, visitó a algunas familias de las comunidades aledañas al centro del municipio, en el Estado de México, a quienes llevó el mensaje de que no están solos ante la difícil situación de emergencia por la pandemia del Covid-19.



Este recorrido tuvo lugar en el marco de la 7ma. Gran Misión Católica en esa arquidiócesis mexicana, conformada por 203 comunidades parroquiales.

Acompañado de sus obispos auxiliares, Efraín Mendoza Cruz y Jorge Cuapio Bautista, Fernández Hurtado recorrió las calles compartiendo también algunas despensas y otros tipos de ayuda a las personas afectadas.

Durante el trayecto, ofrecieron palabras de consuelo a personas que han sufrido alguna pérdida -ya sea familiar, de trabajo y estabilidad económica- a causa de la emergencia sanitaria.

A través de un comunicado la Arquidiócesis de Tlalnepantla detalló que esta misión no sólo se llevará a cabo durante un día, como en las ediciones anteriores, sino que se realizará hasta la Pascua del 2022.

Una misión para todo el año

Con el lema “Consuelen a mi pueblo”, esta Gran Misión Católica pretende ser el medio por el cual la Iglesia lleva consuelo a los afectados por la pandemia, pues el objetivo es que los misioneros identifiquen a las personas que hayan sufrido pérdidas de algún familiar, de su trabajo o de estabilidad emocional a causa de la emergencia sanitaria para que sean visitados durante todo el año.

Desde la Primera Gran Misión Católica, en mayo de 2015, salieron unos 40 mil misioneros el mismo día a tocar puertas para hacer un llamado a los fieles alejados de la Iglesia “para que recuerden que Dios los ama”.

El año pasado, los misioneros de la Arquidiócesis de Tlalnepantla emplearon los medios digitales para hacer una misión virtual y, en este año, pudieron realizarla ya de modo híbrido, pues mientras algunos misioneros visitaban a las familias en sus hogares, otros, por medio de las redes sociales, siguieron la celebración de la eucaristía, así como la adoración del Santísimo y una programación especial en las redes sociales de esta Iglesia particular”.

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