Los objetivos de la Iglesia francesa para acabar con los abusos a menores por parte del clero se han establecido en total de 11 puntos clave que han sido anunciados hoy por la Conferencia Episcopal de Francia al finalizar la asamblea plenaria que celebrada por el episcopado entre el 23 y el 26 de marzo. 11 decisiones que tienen, como objetivo fundamental, implementar un mecanismo duradero en el tiempo que permita conocer los hechos, apoyar a las víctimas y garantizar la prevención.
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El encargado de explicar estas decisiones ha sido, tal como recoge Crux, Eric de Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF), durante la rueda de prensa celebrada al finalizar la asamblea, quien reconocía que, si bien “estas medidas decepcionarán a algunos” por su “modestia”, lo cierto es que “nos comprometen de cara al futuro”.
La mayor parte de las decisiones se relacionan con la creación de estructuras que podrán atender las necesidades y apoyar a las víctimas. “Debemos tomarnos en serio la palabra de las víctimas”, ha afirmado el prelado, anunciando la creación del nuevo Consejo para la Prevención y Lucha contra la Pedofilia, con el que la Iglesia francesa pretende “institucionalizar” la lucha. De esta manera, los prelados asumen la responsabilidad y la “obligación imperiosa” de “decir la verdad, denunciar los hechos ante la justicia y de incitar a las víctimas a emprender acciones judiciales y acompañarlas en el proceso”.
Compensación económica
Asimismo, otras de las resoluciones respaldan la indemnización económica a las víctimas. “Se pagará una contribución económica a cada víctima que la solicite para cubrir los costos necesarios para su reconstrucción”, explica el texto resolutorio de la asamblea. “Esta contribución será individualizada según las necesidades detalladas por el interesado, o una suma global si esta persona no lo desea o es incapaz de detallar sus necesidades de cuidado, dentro del límite de un techo por determinar”, especifica el documento.
Sin embargo, sólo las víctimas reconocidas como tales por la diócesis y para quienes “los procedimientos civiles y canónicos han llegado a su fin” podrán acceder a esta indemnización, cuyos fondos provendrán de una dotación de la Iglesia francesa de, en principio, 5 millones de euros.
Otra de las medidas tomadas será la creación de un “lugar nacional de memoria”, probablemente en Lourdes, así como el establecimiento, cada tercer viernes de Cuaresma, de un “día de oración por las personas víctimas de violencia, agresión, abuso sexual y abuso de poder y de conciencia dentro de la Iglesia”, siguiendo la petición que en este sentido ha hecho el Papa.
Por último, los obispos crearán un “tribunal penal canónico interdiocesano para Francia”, reconociendo que “la investigación de delitos y faltas y la determinación de las penas requieren especialización”. Además, se creará una “unidad de vigilancia y apoyo” para los sacerdotes implicados o condenados.
