Antonio Gómez Cantero llega a Almería para “sacar a la diócesis de su inercia”

El nuevo obispo coadjutor toma posesión del cargo este sábado, 13 de marzo, en una celebración marcada por las restricciones sanitarias

Adolfo González Montes lleva más de 20 años y en ese tiempo “las diócesis cogen inercias. Si tú eres de otro espíritu o tienes otra manera de ver las cosas, intentar sacar de las inercias a las personas o darles tu parecer sí que impone, no es fácil. Pero todo se hará poco a poco y dialogando mucho con la gente”. Así se expresa Antonio Gómez Cantero, que desde este sábado, 13 de marzo, será el nuevo obispo coadjutor de Almería en una entrevista a La Voz de Almería.



Tiempo para conocer

“Mi objetivo es conocer mucho la diócesis, sobre todo conocer a las personas y luego los paisajes”, apunta el hasta hace poco obispo de Teruel que relata que González Montes “pidió hace años un auxiliar, ahora se lo conceden pero ya como coadjutor que le va a suceder. Es él quien tiene que marcarme las pautas y yo obedecer. Yo siempre he obedecido mucho a todo el mundo; de obispo, los consejos, lo que te dice la gente, también es importante, y no me va a costar obedecer”.

“Cuando sea obispo coadjutor, don Adolfo me enviará quizás a confirmar a los jóvenes o quién sabe si a llevar las cuentas… Si él me confía esto último, ya hablaré, porque tengo claro que la transparencia es algo fundamental”, confiesa evitando los rumores sobre la situación financiera de la diócesis.

Frente al inmovilismo

En clave de actualidad, para Cantero “la pandemia nos afecta por que no era esperada y porque nos ha pillado con el paso cambiado. A la Iglesia igual: los templos están prácticamente cerrados, los que iban a misa tienen miedo a estar unos al lado de los otros… Dentro de un año o dos, porque la pandemia puede durar 3 años, habrá que rehacerse”.

Ante el inmovilismo, para Cantero “el único margen de movimiento es la acogida. Acoges a una persona no por lo que piensa, no por lo que es, no por lo que siente… La acoges y la escuchas y le ayudas en lo que puedes hasta donde quiera”. “Muchos de los trajes clericales actuales vienen del barroco y del rococó y yo creo que, igual que creo en una arquitectura vanguardista, nuestra forma de vestir tiene que responder a la época en la que vivimos”, apela ante el boato de algunas cofradías.

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