Cáritas del Perú continúa apoyando a familias indígenas afectadas por el terremoto de Lagunas

Entre los beneficiarios están las comunidades Kukama Kukamiria de Pucacuro y de Tamarat, en la provincia de Alto Amazonas

Agentes de Cáritas Perú atienden familias indígenas

El 26 de mayo de 2019 un fuerte terremoto de 8.0 a escala de Richter, con epicentro en Lagunas, en el departamento de Loreto, dejó a 205 familias damnificadas y 238 familias afectadas. Desde entonces la Cáritas de Yurimaguas, con su par nacional, han brindado apoyo a estas poblaciones indígenas.



La acción solidaria continúa. En esta ocasión con apoyo del ayuntamiento de Burgos, Cáritas Yurimaguas ha implementado el proyecto “Rehabilitación Social y Productiva Post Sismo, Lagunas – Loreto -Perú” con el que buscan beneficiar a 80 familias.

Todo con el propósito de contribuir en la rehabilitación y reubicación de las poblaciones afectadas por este terremoto, que sigue dejando sus secuelas sociales.

Ayudas de todo tipo

“Este proyecto se desarrolló en las comunidades indígenas Kukama Kukamiria de Pucacuro y de Tamarate, ubicadas en el distrito de Lagunas, provincia de Alto Amazonas, Loreto”, ha indicado, Carla Linares Santoyo, secretaria general de Cáritas Yurimaguas.

“Después del sismo, las familias en comunidades indígenas quedaron afectadas emocionalmente y tanto sus viviendas como sus chacras sufrieron daños”, explicó la funcionaria.

Por ello “se les brindó ayuda social, campañas de salud médicas, así como la rehabilitación productiva en la crianza de aves (gallinas regionales), biohuertos con hortalizas, capacitaciones en salud preventiva y gestión de riesgo de desastres por inundaciones y sismos”.

Construcción de viviendas

Otro de los aspectos que ha destacado Linares es la construcción de casas: “El proyecto logró el mejoramiento de viviendas para 40 familias afectadas, incluida su reubicación a una zona segura en la comunidad de Pucacuro”.

“El mejoramiento consistió en la entrega de materiales (calamina y madera) para la construcción de un módulo de vivienda segura de 48 metros cuadrados con espacio para dos habitaciones y un ambiente de uso múltiple”, añadió.

Inclusive “cuando las familias fueron reubicadas a una zona segura de la comunidad de Pucacuro, se organizaron de tal manera que ellos mismos colaboraron en los trabajos de construcción y participaban activamente en los talleres de fortalecimiento de capacidades”.

Foto: Cáritas Perú

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