Sacerdotes mexicanos asumirán 7 acciones para prevenir el Covid-19 en sus comunidades

Entre las medidas, está el insistir a los miembros de sus comunidades que no hagan reuniones masivas, y adaptar algunos lugares en los templos para continuar sus actividades con las debidas medidas sanitarias

La Iglesia mexicana asegura que la pandemia es un tiempo conveniente para transformar problemas en oportunidades, y por ello, a través de la Comisión para Vocaciones y Ministerios (CEVyM) de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ha lanzado una campaña sacerdotal para la prevención del Covid-19 en las comunidades parroquiales.



La campaña consta básicamente de siete acciones que van desde la utilización de los medios de comunicación parroquiales para insistir en la importancia de asumir medidas sanitarias en este momento clave, hasta la recopilación de experiencias a nivel nacional.

A través de un documento escrito por el sacerdote Octavio Pérez Ramírez,  Secretario Ejecutivo de la CEVyM, la CEM busca seguir abonando a la prevención a casi un año de haber iniciado el confinamiento en México, uno de los países más afectados por la pandemia, con casi dos millones de personas contagiadas y más de 177 mil fallecidas.

Para el organismo, “no es momento de buscar culpables, sino de actuar, poniendo en práctica la valentía creativa, que nos enseña san José, y que explica el papa Francisco en su carta apostólica Patris corde: “cuando nos enfrentamos a un problema podemos detenernos y bajar los brazos, o podemos ingeniárnoslas de alguna manera”.

Las siete acciones

A partir de tres criterios básicos: discernimiento, escucha y no tener miedo a innovar, la CEVyM propone las siguientes acciones para contribuir a que los fieles sigan cuidando su salud y su vida:

  1. Utilizar los medios de información y comunicación de la parroquia para promover los protocolos de sanidad más básicos y la conveniencia de la aplicación de la vacuna. Sugiere pedir ayuda a los jóvenes para realizar materiales audiovisuales.
  2. Pedir a los catequistas que, en la catequesis infantil, se haga conciencia con los niños de la importancia de cuidarse a uno mismo y a los demás. Y en los lugares donde sea presencial, reforzar los protocolos de sanidad.
  3. En estos días en que aumenta el número de contagios, insistir a las personas que no hagan reuniones masivas. Aprovechemos para que las fiestas patronales tomen un tinte festivo interior, de unión de los corazones en la oración.
  4. Adecuar los espacios para los encuentros presenciales: aprendamos de otros lugares que han acondicionado sus espacios para recibir a las personas y continuar con sus actividades, reduciendo riesgos de contagio.
  5. Para casos de riesgo poner a disposición de los fieles alguno de los “call center” existentes, a fin de escucharlos en momentos de crisis, y apoyarnos psicológica y espiritualmente. Incluso se puede atender en video llamada.
  6. Hacer alianzas con otros actores de la sociedad (gobernantes, empresas, asociaciones civiles, etcétera) para ofrecer a los fieles (sobre todo a los que tengan menos recursos) materiales de sanidad, como cubrebocas, caretas, gel antibacterial, cloro y sanitizantes.
  1. Y finalmente, recoger, en cada una de las 98 diócesis del país, las experiencias pastorales más significativas que han tenido y siguen teniendo en el tiempo de confinamiento.

“Esperamos que esta campaña nos ayude también a compartir, entre los presbiterios de las diferentes diócesis de México, las iniciativas que se van generando, para continuar con la misión que Jesús, el buen Pastor y el buen Samaritano, nos ha confiado”, concluye el texto de la campaña.

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