Bruno-Marie Duffé: “La ‘cultura del cuidado’ consiste en acercarse y escuchar las heridas y deseos de las personas”

“La ‘cultura del cuidado’ se acerca y escucha las heridas y deseos de hombres, mujeres, niños y ancianos. Como Cristo mismo nos enseñó al acercarse al sufrimiento y llamarnos a vivir la verdad”. Así lo ha expresado el secretario del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, Bruno-Marie Duffé, en la presentación en el Vaticano del mensaje del papa Francisco por la 54ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo 1 de enero de 2021.



El mensaje del Pontífice, que lleva por nombre ‘La cultura del cuidado como camino de paz’, hace hincapié en que este año, caracterizado por la pandemia del Covid-19, “nos ha llevado a descubrir –o redescubrir– la fragilidad de nuestros organismos físicos y psicológicos: nuestros cuerpos y nuestra salud”, ha dicho Duffé. “Pero también la fragilidad de nuestras instituciones y políticas que han apoyado un desarrollo de tipo tecnocrático –como dice la Encíclica Laudato si’– sin pensar en la protección y el cuidado de la biodiversidad y de las personas”.

“El cuerpo y los seres vivos han sido instrumentalizados al único servicio de la producción y el beneficio”, ha aseverado el prelado. Asimismo, ha señalado que, si bien la pandemia ha afectado a todas las categorías sociales, “sabemos que los más pobres han experimentado y están experimentando un mayor sufrimiento”.

Cultura del cuidado y cultura del encuentro

Este contexto “exige una conversión fundamental de las políticas sociales, la economía y las relaciones internacionales”, fomentando en ellas, además, la “cultura del cuidado” de la que habla el Papa. “La cultura es una forma de ser y de construir una forma de pensar sobre el estar juntos. Por lo tanto, la ‘cultura del cuidado’ exige una cierta visión de las personas y de las condiciones de vida”, ha explicado.

Y es que, tal como ha señalado el secretario del Dicasterio, “cuidar no se trata sólo de proporcionar cuidados, aunque la asistencia y las medicinas sean indispensables”, sino que “significa acercarse a los demás, a sus cuerpos y a sus vidas, y escuchar su sufrimiento, como se aprende a escuchar un corazón que late”. “La dignidad comienza con mirar y escuchar”, ha dicho, “así que la ‘cultura del cuidado’ es inseparable de la ‘cultura del encuentro’, que es central en la enseñanza moral y pastoral del Papa Francisco”.

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