María Jesús Rodríguez: “Debemos estar urgidas por la causa de los pobres”

superiora general de las Misioneras del Divino Maestro

María Jesús Rodríguez es la superiora general de las Misioneras del Divino Maestro. Ella tiene claro que “todas las hermanas debemos estar urgidas por la causa de los pobres. Desde aquí, comparte en esta entrevista su visión sobre el futuro de la Familia.



PREGUNTA.- Tras 75 años, ¿de qué manera sigue vigente hoy el legado de Francisco y Soledad?

RESPUESTA.- Nuestra Congregación nace en tiempos de crisis, en una España recién salida de una Guerra Civil en la que no había mucho dinero para la educación. El Espíritu Santo conduce a Francisco Blanco Nájera y a Soledad de la Cruz por caminos diferentes. En la ciudad de Córdoba Francisco comienza a ser director espiritual de Madre Soledad. Director y dirigida coinciden en una profunda inquietud: la educación de los pobres. Y juntos proyectan la fundación de una Congregación dedicada a la educación de los niños pobres y jóvenes obreros.

Aparece así una Congregación de Religiosas dedicadas a la educación en la escuela pública. Una idea revolucionaria en aquel tiempo. Las Misioneras del Divino Maestro y la Asociación de Cooperadores seglares del Divino Maestro son los depositarias y continuadores de ese gran Carisma en la Iglesia. El Ideal Pedagógico que inspira los Centros Divino Maestro y la obra educativa de las Misioneras del Divino Maestro está vigente en el hoy de nuestra historia, porque constituye una respuesta a los grandes desafíos que nos plantea la sociedad actual. Esta realidad hace de Francisco Blanco Nájera y de Madre Soledad de la Cruz testigos carismáticos en el campo de la educación.

La escuela como lugar privilegiado

P.- ¿Qué papel juegan los laicos hoy en el Instituto?

R.- En estos 75 años, nuestro Carisma se ha visto enriquecido por la Misión Compartida con los laicos. Hermanas y laicos compartimos un mismo Carisma educativo: consideramos la escuela como lugar privilegiado de evangelización.

P.- ¿Cuáles son las urgencias a las que le gustaría atender como Superiora General?

R.- Estoy segura de que el camino a recorrer es el discernimiento comunitario. En concreto, son tres las intuiciones que nos indican el camino:

  • Ahondar en la propia espiritualidad y carisma. Viviendo en contacto con lo esencial, la Palabra, que transforma nuestras vidas desde dentro. Permaneciendo en contacto con la dimensión espiritual y profética de nuestros Fundadores. Esto nos ayudará a revitalizar en el corazón de cada una el Carisma que estamos llamadas a compartir.
  • Renovar nuestra opción por los pobres desde una mirada contemplativa de la realidad. Nuestro compromiso importante hoy es no dejar abandonados a los que ya están abandonados socialmente y, entre ellos, muchos de nuestros alumnos.
  • Optar por una ecología integral, por una cultura del cuidado… La Humanidad tiene necesidad de cuidado, porque por todas partes hay síntomas que indican una gran devastación del planeta. Cuidar es más que un acto, es una actitud de ocupación, preocupación, responsabilidad, compromiso emocional con uno mismo y con el otro. Esto implica: recuperar la capacidad de alabanza y aprender a cuidarnos saludablemente, que estemos urgidas en nuestro cotidiano vivir por la causa de los pobres y por el cuidado de la Casa Común, convertir nuestras comunidades en hogares y tomar conciencia de que nuestro recinto doméstico es un lugar teológico.
Lea más:
Noticias relacionadas
Compartir