El cardenal Czerny lleva el ‘Plan para resucitar’ del papa Francisco a Estados Unidos

Cardenal, Secretario especial del Sínodo panamazónico

“La pandemia apareció en un contexto particular, uno de injusticia generalizada, desigualdad y ataques a nuestra Casa común. Y este contexto agrava la pandemia y nos impulsa a intentar mejorar las cosas. Necesitamos encontrar una cura tanto para este ‘virus pequeño pero terrible’ como para el ‘virus más grande’: el de injusticia social, la desigualdad de oportunidades, la marginación y la falta de protección para los más débiles. La receta ofrecida por el papa Francisco desata los ‘anticuerpos de la justicia, la caridad y la solidaridad’. ¿Cómo podemos desarrollar esos anticuerpos?”, se ha preguntado el cardenal Michael Czerny, SJ, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral del Vaticano.



El jesuita ha participado hoy en una conferencia virtual con líderes de diversas instituciones católicas, académicos, y personas involucradas con migrantes y refugiados con el objetivo de “fortalecer el compromiso con las comunidades de inmigrantes”. Organizada por el Centro de Estudios Migratorios de Nueva York y la Universidad de Notre Dame, el purpurado ha hablado sobre ‘Movilidad y bloqueo: desafíos para lo humano’ aludiendo al ‘Plan para resucitar’ que el papa Francisco escribió en exclusiva en Vida Nueva el 17 de abril de este mismo año.

Czerny ha comenzado su discurso recalcando que “Dios está especialmente cerca de migrantes, desplazados y refugiados”. En una época de anormalidad como la que estamos viviendo con la pandemia, el jesuita ha invitado a pensar en que la mayoría de migrantes no conocen la “normalidad”. Y es que, “lo normal para muchas de estas personas no se acerca en nada a lo que serían condiciones de vida generalmente aceptables. En cambio, soportan meses y años de incertidumbre, ansiedad aguda, alimentación y alojamiento precarios, mala salud, limbo legal y desempleo o el riesgo de explotación y abuso si encuentran trabajo”.

A medida que los gobiernos se apresuran a improvisar soluciones y proteger a sus propios ciudadanos, “los migrantes son olvidados deliberadamente”, pese a que muchos de ellos son “las personas a menudo invisibles que brindan servicios esenciales, ponen comida en nuestras mesas y hacen los trabajos de salud peor pagados”.

El purpurado ha compartido con los oyentes las que para él son las 7 principales enseñanzas del papa Francisco sobre la pandemia: debemos anteponer el bien común al egocentrismo; debemos rechazar la indiferencia, la invisibilidad y el individualismo; no ignorar y no olvidar; no fomentar las divisiones; no ser hipócrita; no podemos confiar en un modelo económico basado en la codicia, el afán por obtener ganancias y la gratificación instantánea; y no podemos confiar en soluciones tecnocráticas.

El religioso ha concluido su ponencia recordando que “el Santo Padre nos urge a todos a salir de nuestras preocupaciones egocéntricas y notar y lidiar con el dolor de los demás. No con caridad impersonal, sino ensuciándonos las manos y los pies, los ojos, los oídos y el corazón en la periferia donde los vulnerables han sido empujados, en la frontera, en los hospitales de campaña”. Y ha subrayado: “La nueva normalidad a la que estamos llamados es la del Reino de Dios”.

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