En las pantallas ha sido Tartufo, Cyrano de Bergerac, el conde de Montecristo, Obelix, Jean Valjean… y parece que en su vida personal ha cambiado de religión tanto como de papel en el cine. Este francés universal que se nacionalizó ruso, ha sido bautizado la tarde del pasado viernes, 4 de septiembre, por el arzobispo ortodoxo ruso Jean Renneteau, en la catedral que esta confesión tiene en París.
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Un rebaustismo de un católico
La catedral de Alexander Nevsky en París ha sido el escenario en el que se ha plasmado esta conversión, según ha publicado la agencia de noticias rusa RIA Novosti en una escueta nota el pasado sábado. En Twitter se ha podido ver una foto que muestra al actor con el arzobispo Jean Renneteau, el exarca de las comunidades ortodoxas de tradición rusa en Europa Occidental, junto a la pila bautismal de la catedral. Entre los presentes está el periodista Dmitri Smirnov, quien también subió una foto a las redes sociales y afirma que Depardieu señaló: “Me encanta la celebración ortodoxa”.
L’attore francese Gérard Depardieu è stato battezzato oggi nella Cattedrale di Sant’Alessandro Nevskij a Parigi. Nella foto con il metropolita (arcivescovo) delle chiese ortodosse russe in Europa Occidentale Giovanni Renneteau. pic.twitter.com/ScZJZiALxt
— Detti dei Padri (@DettiDeiPadri) September 5, 2020
Ciudadano ruso desde 2013, aceptando la invitación del presidente Vladimir Putin, Depardieu era cristiano de origen. En la década de los 60 pasó por una etapa islámica, para convertirse después al hinduismo y posteriormente al budismo. En los últimos años había vuelto a simpatizar con el cristianismo, reconociéndose admirado de las ‘Confesiones’ de san Agustín, según recoge Katholish.de. Ahora parece que la cercanía con Rusia se debe a algo más que los motivos fiscales y por ello se ha bautizado en la Iglesia mayoritaria del país, puede que ‘sub condicione’ –ya que ortodoxos y católicos reconocen mutuamente los respectivos bautismos–.
