“Cualquier acto de violencia física o verbal, toda forma de comportamiento de hooligan y de agresión contra las personas LGBT + es inaceptable”. Con estas palabras, los obispos polacos dan un paso al frente para entablar un diálogo con el colectivo –con cualquier “persona de buena voluntad”- que hasta la fecha había sido cuestionado sin fisuras desde la cúpula eclesial del país de Juan Pablo II. Y es que, hace apenas un mes, denunciaron el “totalitarismo ideológico” que representaban las manifestación en torno al día del Orgullo.
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Y lo han hecho a través de un documento de 27 páginas aprobado ayer en el transcurso de su Asamblea General celebra en Czestochowa. “El deber de respetar a las personas asociadas con el movimiento LGBT+ no significa aceptar sus puntos de vista sin crítica”, exponen los prelados que se reiteran en su condena a la ideología del género, al tercer género, al matrimonio y adopciones gays.
Dignidad personal
“Por un lado, la Iglesia no teme proclamar la obligación de respetar la dignidad personal de todo ser humano, incluidas las personas LGBT +, y por otro lado, por las mismas razones, debe ser reservada y, en casos particulares, claramente opuesta a la ideología de género y formas de actividad”, plantean en el texto aprobado.
También se oponen al hecho de que las leyes permitan que los jóvenes de 16 años tengan derecho a elegir su género. Desde ahí, reclaman la necesidad de “crear centros de asesoramiento (también con la ayuda de la Iglesia o sus estructuras) para ayudar a las personas deseando recuperar la salud sexual y la orientación sexual natural”.
Naturaleza humana
En esta misma línea, subrayan que “el postulado del respeto a todas las personas, incluidas las personas que se identifican con LGBT +, es totalmente correcto, y un estado democrático regido por la ley debe garantizar que ninguno de los derechos fundamentales de estas personas sea claramente contrario a la naturaleza humana y el bien común (como una relación homosexual o la adopción de niños por tales relaciones) no es violado”.
El documento, en el que han invertido un año de trabajo, está distribuido en cuatro capítulos con referencias al pensamiento de Francisco y al Código de Derecho Canónico. Del Papa destacan cómo “se reúne con personas que se identifican con LGBT +, les tiende la mano amablemente, expresa comprensión por las inclinaciones, pero al mismo tiempo no evita presentar claramente la enseñanza de la Iglesia sobre la ideología de género y las prácticas contrarias a la naturaleza y la dignidad humana contenidas en sus documentos oficiales y presentados sintéticamente en el Catecismo de la Iglesia Católica”.
