Nissan y Alcoa: la pastoral obrera no deja solos a los trabajadores frente a la “traición”

cierre Nissan Cataluña

“Hoy, el alma se nos ha caído al suelo cuando la empresa, después de chantajearnos durante meses, nos han anunciado el cierre de nuestros puestos de trabajo”. Son palabras de Jorge Pérez, uno de los trabajadores afectados por el cierre de Nissan en Cataluña y militante de la Acción Católica Obrera (ACO).

Su familia, que tuvo que sacar “deprisa y corriendo” al abuelo de la residencia porque “se moría de COVID-19” hace solo unas semanas, se ha visto envuelta en esta decisión empresarial que afectará de forma directa a unos 25.000 hogares. “Después de dejarnos la piel durante tantos años, de congelaciones salariales, de recortes de derechos, de trabajadores despedidos, hoy nos pagan con una traición”, dice Jorge, cuya cruz empieza a pesar demasiado.



“Para nosotros, los cristianos obreros, la vida no es para sentarse y esperar a que Dios nos solucione todo el problema con milagros, sino empezar a hacerlo nosotros ya… luchando”, afirma. A su voz de denuncia se ha unido la Pastoral Obrera de Cataluña y la HOAC de Barcelona-Sant Feliu, que han mostrado su “rechazo” ante el anuncio del cierre de las fábricas de Nissan, “abocando al paro y a un futuro incierto” a familias como la de Jorge.

“Como trabajadores cristianos, sentimos que es un golpe duro que se arrebate a estas personas su medio de subsistencia”, dice a Vida Nueva Pepe Rodado, director del Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera. “Son 25.000 dramas”, subraya. Pero lo que más indigna en esta situación es que nace de “decisiones que se toman a miles de kilómetros, sin conocer la situación, las historias, las personas…”.

“Solo se miran los números, sin tener en cuenta quién está detrás de esos datos y el drama social que se puede generar”, añade Rodado, quien considera que, aunque parece que la decisión es definitiva, aún queda un largo camino: “Vendrán meses en los que se tienen que negociar las condiciones en las que se van a la calle los trabajadores, al menos en lo que se refiere a que Nissan no se lave las manos sin más y los deje en la estacada”.

Solo una excusa

Para Rodado, Nissan se ha caracterizado, hasta el momento, por saber adaptarse en situaciones de crisis. “El hecho de no hacerlo esta vez demuestra que se está buscando repartirse un poco el pastel con Renault y Mitsubishi en distintas zonas del mundo”, subraya. “La compañía lleva años bajando la producción, deslocalizándola hacia otros lugares donde les resulta más económico producir”, indica. Por ello, la crisis sanitaria, en todo caso, ha sido “la excusa perfecta para decir que esto no funciona”.

Pero no es la única. La multinacional Alcoa, con una planta de producción de aluminio primario en Cervo (Lugo), ha tomado la misma decisión de cerrar, si bien, en este caso, se trata de la única fábrica de este elemento esencial que existe en nuestro país. “Nuestro obispo ya lanzó un mensaje de apoyo total a los trabajadores de Alcoa, y nosotros queremos hacer lo mismo, sobre todo en este momento en el que la presencia física para dar apoyo a los trabajadores es tan complicada”, apunta a esta revista Guillermo Leira, de la HOAC de la Diócesis Mondoñedo-Ferrol.

“Sabemos que hay intereses de otra naturaleza que llevan a que se elimine la fabricación de un elemento que es absolutamente necesario a nivel nacional, y no tienen nada que ver con la rentabilidad de la empresa”, añade. Por este motivo, la HOAC se posiciona de forma unánime al lado de los trabajadores.

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