Valladolid contará con “itinerarios gratuitos” en su Servicio de Atención a Víctimas de Abuso

La archidiócesis de Valladolid ha creado un Servicio de Atención a las Víctimas de Abusos. Con un decreto firmado el pasado 20 de mayo, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y su obispo auxiliar, Luis Argüello, han realizado la petición del papa Francisco, con las características que acordaron los obispos de Castilla y León el pasado 10 de marzo.



Este servicio busca “ser un cauce para el reconocimiento, el amparo, la protección, la ayuda a las víctimas y la prevención de este tipo de abusos”, señala la diócesis. También facilitará “la recepción de información sobre actos relacionados con posibles abusos sexuales realizados por clérigos, miembros de institutos de vida consagrada o sociedades de vida apostólica, que pudieran llegar a ser constitutivos de delitos, para que sea tratada en tiempo y forma de acuerdo con la disciplina civil y canónica”.

Un equipo multidisciplinar

La comisión, que ya ha mantenidos sus primeros encuentros está formada por el juez y ex presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, Feliciano Trebolle; el abogado y secretario de la Asociación Castellano y Leonesa para la Defensa de la Infancia y Juventud, Antonio Rodríguez; el psicólogo y terapeuta de familia Diego Velicia; la docente del proyecto Aprendamos a Amar del Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria, Mónica Campos, y el sacerdote experto en Teología Moral, Roberto Pérez Briso-Montiano.

Su nombramiento inicial es de 3 años. El canal más directo para contactar es el mail sava@archivalladolid.orgEl próximo paso es crear “itinerarios gratuitos que comenzarán con la escucha de la presunta víctima o de terceros y que, en función de cada caso, incluirán una orientación jurídica y procesal, pero también un acompañamiento terapéutico y espiritual”, señalan. Además, se podrá “proponer a la autoridad eclesiástica todo tipo de acciones formativas o de sensibilización encaminadas a hacer de la Iglesia un lugar acogedor, sano, sanante y seguro para todos y, especialmente, para los menores y las personas vulnerables”.

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