El Máster en Doctrina Social de la Iglesia cumple 9 años como propuesta universitaria de referencia en el tema

María Teresa Compte Grau, directora del máster de Doctrina Social de la Iglesia

Un año más la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) a través de su Facultad de Teología y en Convenio con la Fundación Pablo VI lanza su conocido Máster Universitario oficial en Doctrina Social de la Iglesia. Una propuesta formativa para profundizar en el rico patrimonio magisterial sobre el servicio y compromiso al bien común de la sociedad que los Papas han propuesto a lo largo de la historia. Su directora, María Teresa Compte Grau, presenta para Vida Nueva las peculiaridades de este título universitario.



Un título civil

PREGUNTA.- Se acaban de abrir las matrículas para una nueva edición del Máster Universitario en Doctrina Social de la Iglesia, ¿cuál es el éxito de la propuesta?

RESPUESTA.- El Máster universitario en DSI es una propuesta académica consolidada. Esta edición 2020-21 es la quinta desde que el Máster se acreditó como universitario. Durante estos cinco años hemos trabajado para que la propuesta fuera viable, tuviera continuidad en el tiempo y cumpliera con todos los requisitos de excelencia académica que se espera de un Título de Posgrado como este. No podemos dejar de destacar que se trata de un Título civil en la Facultad de Teología de la UPSA, algo que, desgraciadamente no es común en nuestro sistema universitario. Y no quiero dejar de subrayar, que es el único Título de estas características que conozco. Es verdad que existen planes formativos en DSI en muchas Universidades del mundo, pero no existe otro Título como este.

La fuerza de la dimensión social

P.- En una situación como la actual, la modalidad a distancia es clave. En este sentido, ¿los docentes cuentas con suficiente experiencia la respecto, verdad?

R.- Ciertamente, es clave. Los trece profesores de este Máster, así como, Fidel Romero, la persona responsable de la gestión del aula, llevamos cinco años impartiendo docencia on line. Todos los días se aprende porque intentamos mejorar nuestras habilidades y dotarnos de buenas herramientas tanto técnicas, como pedagógicas. A nosotros no nos ha “sorprendido” la situación porque no hemos tenido que adaptar ni los tiempos, ni los recursos. La enseñanza de este Máster es 100% on line. El método es idóneo para las personas que están trabajando y nos permite llegar a alumnos no residentes en España.

P.- El programa, a lo largo de dos semestres, abarca diferentes áreas. ¿Cuál es la clave de esta oferta global?

R.- Es un máster en Doctrina Social de la Iglesia, lo que significa, entre otras cosas que, como la propia naturaleza de la DSI, debe ofrecer una formación interdisciplinar que combina saberes complementarios. Se trata de un Título de Posgrado con una orientación académica e investigadora que busca armonizar la excelencia académica, el rigor intelectual y la orientación del aprendizaje encaminado a la acción y la transformación social.

La dimensión social del hecho religioso, su dimensión social y cultural, así como el compromiso por la excelencia educativa y el rigor académico en el conocimiento científico como modo de servicio y compromiso al bien común de la sociedad son las guías que han orientado la planificación de las enseñanzas de este Máster.

Puerta abierta al doctorado

P.- De los alumnos que han pasado por el máster, ¿qué ecos se reciben en la Fundación Pablo VI?

R.- Los ecos son buenos. Los alumnos nos hacen llegar valoraciones muy positivas, tanto de manera formal, con las encuestas de evaluación, como de manera informal, en conversaciones con ellos. La mayor parte de nuestros alumnos están trabajando cuando acceden al Máster. Por esta razón sus intereses son fundamentalmente formativos y orientados a la adquisición de competencias que puedan servir a un mejor desempeño de sus tareas profesionales.

Hay un número destacado de alumnos que, además, han accedido al Máster con la intención de cursar un Doctorado y otros que, a raíz del Máster, han decidido cursar el Doctorado. En este sentido estamos satisfechos, aunque somos conscientes de que debemos seguir mejorando.

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