El Papa advierte del creciente antisemitismo: “Debemos arar la tierra en la que crece el odio, sembrando la paz”

  • El Pontífice ha recibido en audiencia hoy en el Vaticano a los miembros del centro Simon Wiesenthal
  • “Si perdemos la memoria, aniquilamos el futuro”, ha apuntado Francisco, recordando la próxima celebración del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau

“No me canso de condenar enérgicamente todas las formas de antisemitismo. Sin embargo, para abordar la raíz del problema, también debemos comprometernos a arar la tierra en la que crece el odio, sembrando en ella la paz”. Con estas palabras se dirigía Francisco hoy, 20 de enero, a los miembros del centro Simon Wiesenthal, a quienes ha recibido en audiencia.



En sus palabras, Francisco ha animado a la organización a “intensificar” su colaboración “en defensa de los más débiles”. Y es que este organismo dedica sus esfuerzos a la lucha contra el antisemitismo, el racismo y, en general, el odio a las minorías. “Recordemos también el pasado y tomemos a pecho las condiciones de los que sufren”, ha añadido el Papa.

Francisco ha subrayado que vivimos en un mundo en el que “ha aumentado la indiferencia egoísta” y que solo se “preocupa de lo que le conviene”. Esta actitud fomenta los “particularismos y populismos”, y el “odio crece rápidamente en estos suelos”, en los que el Papa ha advertido que han surgido, de nuevo, brotes evidentes de antisemitismo.

No perder la memoria

Asimismo, el Papa ha recordado a los presentes que la única manera de crear una verdadera seguridad es “a través de la integración, la búsqueda y la comprensión del otro”. Para ello “es urgente reintegrar a los marginados, dar una mano a los que están lejos, apoyar a los que están descartados porque no tienen medios ni dinero, ayudar a los que son víctimas de la intolerancia y la discriminación”. Además, subrayó la importancia de educar en la tolerancia, la libertad de religión y la paz.

A su vez, Francisco ha aprovechado la ocasión para recordar que el próximo 27 de enero se celebra el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, el cual visitó en 2016. “Allí me detuve para interiorizarme, para rezar en silencio”, ha dicho. Y es que esta “indecible crueldad” que demostró la humanidad hace 75 años “es un llamado a detenerse, a permanecer en silencio y a recordar”. Por eso, necesitamos el silencio “para no quedar indiferentes”.

“El consumismo de hoy también es verbal: cuántas palabras inútiles, cuánto tiempo perdido en impugnar y acusar, cuántas ofensas gritadas, independientemente de lo que se diga”, ha apostillado el Papa. “El silencio, por otro lado, ayuda a preservar la memoria. Si perdemos la memoria, aniquilamos el futuro”, ha añadido.

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