Mariano Sanz se despide de Montserrat

  • La iglesia española de Roma se llenó el domingo en la misa de acción de gracias por sus 22 años de servicio
  • Su sucesor, José Jaime Brosel, leyó una carta del cardenal Amigo en la que le transmite su “gratitud sincera”

Mariano Sanz

La iglesia nacional española de Santiago y Montserrat estaba a rebosar este domingo en la misa de despedida de Roma de Mariano Sanz, que ha dedicado 22 años a esta institución cuyo centro de estudios ofrece a los sacerdotes españoles un lugar privilegiado para realizar el doctorado o investigaciones posteriores. Vicerrector desde 1998 hasta 2010, el canonista segoviano ocupó el cargo de rector desde aquel año hasta que, el pasado mes de diciembre, fue sustituido por el sacerdote valenciano José Jaime Brosel. Ahora volverá a España.



Más de 30 presbíteros concelebraron la eucaristía para dar gracias a Dios por los años de servicio de Sanz. Entre los presentes en la ceremonia estaba el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Raúl Berzosa, obispo emérito de Ciudad Rodrigo; y Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española. También participaron la embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, y sus homólogos de Perú y Bolivia.

“Servicio impagable”

En su homilía, Sanz mostró su “agradecimiento más profundo” a todas las personas e instituciones que le han apoyado durante el tiempo que ha estado al frente de la iglesia de Santiago y Montserrat. Destacó además cómo esta institución realiza “un servicio impagable” para la Iglesia de España y de otros países hispanoamericanos con la formación de sacerdotes, una labor en la que incluyó al Pontificio Colegio Español de San José. “Es una tarea que solo Dios sabe la importancia que tiene, tanto hacia dentro como sobre todo hacia afuera”, indicó.

Brosel tuvo unas palabras al final de la ceremonia, tras la que se sirvió un bufé a los asistentes, para darle las gracias a su antecesor por el “trabajo y entrega” y leer una carta del cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla y que ostenta el título de la iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles. Amigo transmitió a Sanz la “gratitud sincera” de la comunidad eclesiástica española por su ministerio “tan largo, rico y fecundo”, en el que “dio lo mejor de sí, dedicándose de lleno a la institución”.

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