Natalia Peiro: “Hay mucho que mejorar en cómo se escucha a los laicos en la Iglesia”

Natalia Peiro/José Mª Ubeda

La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, llega en su moto a la sede nacional. Le espera José María Úbeda, que a sus 76 años lleva más de un lustro dedicado a la entidad como voluntario. ¿Qué laicos para qué Iglesia? Es la pregunta sobre la que reflexionar. “Me siento escuchada y siento que a Cáritas se le escucha, pero no por mí, sino por su aportación indiscutible. No obstante, creo que hay mucho que mejorar en cómo se escucha y se tiene en cuenta lo que dicen los laicos, pese a que ya hemos avanzado”, dice Peiro.

Asiente José María, que sueña con una Iglesia en la que “todos tengamos cabida sin necesidad de vestir sotana ni pantalones, que podamos ir juntos. El laico es una parte de la Iglesia, igual que el sacerdote. Ahora nos sentimos parte en la parroquia, pues funciona también con nuestra ayuda, pero hay que seguir trabajando, que los sacerdotes no tengan miedo a ceder espacios”.



El de José María es un voluntariado atípico, además de familiar, porque una de sus hijas es trabajadora de Cáritas. Desde su llegada a la sede se ha incorporado al equipo de Cooperación Internacional. “En Cáritas nacional somos otro tipo de voluntarios, porque no estamos en la parroquia. En el fondo es lo mismo, pero los beneficiarios están más lejos”, explica este orgulloso abuelo de 19 nietos. Y resume con gracia: “Mi parroquia es esta”.

En su visión del laicado hoy, Peiro reconoce que trabajan conectados con sacerdotes y religiosos. “Veo en los laicos a personas comprometidas con los demás y con la Iglesia. Además, con un punto más crítico y con propuestas de cambio”, reconoce. Y continúa: “Siempre que voy a las Cáritas diocesanas me doy cuenta de que están dispuestos a asumir responsabilidades”.

El trabajo del laicado se hace indispensable ante el invierno vocacional, aun así, Peiro siente que los pastores muestran cada vez más confianza en los laicos. “No sé si es por necesidad, por apertura o todo junto, pero es una realidad que ahora vemos a laicos asumiendo responsabilidades y con mayor visibilidad dentro de la Iglesia. Quizá es a fuerza –se ríe–, pero hemos mejorado”, remarca.

Lea más:
Noticias relacionadas
Compartir