La despedida de Filoni de la Curia: “A través de cada uno de nosotros, Dios lleva a cabo su misión y construye su Reino”

  • En enero será el cardenal Tagle quien ocupe el puesto de prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
  • Por su parte, el purpurado asumirá el cargo de Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro

cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos

El cardenal Fernando Filoni ha agradecido “a todos aquellos que han colaborado” así como a quienes “aman las misiones y las apoyan, tanto a través de la oración como a través de la contribución económica”. “Creo que cada uno de ellos, como todo cristiano, debe sentirse parte de esta obra misionera y sentir una gratitud íntima porque, a través de la pequeña herramienta que es cada uno de nosotros, Dios lleva a cabo su misión y construye su Reino”. Así ha hablado a la Agencia Fides el purpurado, que en enero será sustituido por el cardenal Luis Antonio Tagle como prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.



Y es que el papa Francisco anunciaba el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el nombramiento del cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y actual presidente de Cáritas Internationalis, como prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Por su parte, Filoni asumirá el cargo de Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro en sustitución del cardenal Edwin Frederick O’Brien, quien, al haber cumplido 80 años, presentó su renuncia el pasado mes de abril.

En estos años “he podido ver el compromiso para traducir el Evangelio a las necesidades y exigencias de la multitud de fieles de cada cultura e idioma, confiados al cuidado de la Congregación”, ha continuado, subrayando la labor de religiosos, obispos y laicos. “La ayuda y el apoyo de obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, catequistas, ha sido y es fundamental en este trabajo misionero”.

“Una obra de Dios”

“He podido apreciar también”, ha subrayado, “toda su riqueza, desde la formación espiritual, la formación moral, la formación intelectual y escolar, hasta la asistencia social concreta a las personas en situaciones de migración, persecución, violencia y discriminación”. “Es una obra que confiamos y restituimos a Dios, que es su autor”, ha apostillado.

Asimismo, el cardenal ha afirmado que “el compromiso con la formación superior de sacerdotes, seminaristas y religiosos, a través de los diversos colegios en Roma y en todas partes, en seminarios o instituciones religiosas debe permanecer incansablemente” y que es “esencial actualizar y formar a los profesores de seminario para garantizar una calidad de enseñanza cada vez mejor”.

“Es igualmente importante”, ha matizado, la formación “de quienes depende la formulación correcta de la vida sacerdotal y religiosa”, es decir, de los responsables de los Seminarios, así como rectores y vicerrectores.

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