Darío Echeverri: “Le tenemos temor a la verdad y esta es una condición para la reconciliación”

  • El secretario de la Comisión de Conciliación Nacional habla con Vida Nueva sobre la realidad de Colombia
  • Sobre el paro cívico considera que son acciones consagradas en la Constitución por tanto cada quien puede “expresar sus inquietudes”

El paro cívico y las movilizaciones convocadas por sindicatos, campesinos, indígenas, docentes y estudiantes siguen su curso este 21 de noviembre en Colombia. Para Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), estas acciones se encuentran consagradas en la Constitución, por tanto cada quien puede “expresar sus inquietudes, sus dolores y preocupaciones de reclamar sus derechos”.

“Eso es lo que va a pasar el día de hoy ojalá lo hagamos dentro de los cauces de la legitimidad, ojalá no dejemos que un puñado de tontos, que a veces alborotan las masas, generan daños en la infraestructura y en la institucionalidad el país”, ha dicho a Vida Nueva.

Un llamado de atención al Presidente

La situación del país para el sacerdote está difícil. No en balde lo dice quien a través de la CCN hace presencia en las 12 regiones más afectadas por el conflicto armado. Por un lado una negociación con la guerrilla de las FARC, por otro sin un acuerdo con el ELN, “esto es una negociación incompleta”.

“Hay un ELN que va creciendo, grupos armados delincuenciales que crecen y crecen desmedidamente, lo que causa gran sufrimiento a la gente en estas regiones”, denuncia, mientras hace un recuento de estos flagelos: “Hay comunicados que exigen a la gente cobro de vacunas (extorsiones), hay niños que están siendo involucrados en las filas de los hombres en armas. Esto es grave, la Iglesia a través de monseñor Oscar Urbina se lo ha hecho saber al señor presidente [Iván Duque] de la República, a quien le ha llamado la atención por este hecho. Esto nos preocupa”.

Lecciones no aprendidas

El tema de la verdad es un desafío, porque “le tenemos temor a la verdad. El Evangelio nos dice la verdad los hará libres, y la verdad es una condición para la reconciliación”. Uno de los problemas de los colombianos –a juicio del padre– es la inmediatez.

“No hemos aprendido de otros países, por ejemplo, en Sudáfrica hace cuánto se dio la paz de Mandela y todavía hay rezagos de rencores, de odios. En Irlanda, hace cuánto se firmó el acuerdo y sin embargo todavía hay muros entre las diferentes urbanizaciones. En España, cuántos años han pasado desde el tiempo de la Revolución Española y sin embargo todavía hay que desenterrar cadáveres, porque los odios siguen vigentes. Y nosotros estamos apenas cumpliendo los tres años del acuerdo suscrito en el teatro Colón y queremos que ya todo esté terminado y listo”, sentenció.

Un compromiso decidido

La reconciliación está muy lejos –admite– porque hay muchas heridas y muy profundas, que dejó el conflicto armado y “yo creo que no es cuestión de cuántos años o cuántos días, es todo un desafío que reclama un compromiso más decidido de la Iglesia católica”.

“Hay que darle tiempo al tiempo”, pues la anhelada paz llegará cuando se logren los acuerdos necesarios, de hecho podrían desparecer las FARC y de pronto el ELN, pero surgirán nuevos grupos,  entonces “en lo que todos los colombianos debemos estar empeñados es en construir una nación más justa que permita la reconciliación”.

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