El obispo emérito de Ciudad Real y responsable del departamento de Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española, Antonio Algora, señaló que el objetivo de esta misión es “inquietar a la comunidad cristiana y a la sociedad en general de lo que está pasando en el mundo laboral”. El prelado, que ha impartido dos charlas en la diócesis de Cartagena, ha insistido que “la Iglesia tiene que defender el trabajo decente que respete la dignidad de la persona”.
“Tenemos que tocar las causas estructurales, no vale simplemente con una limosna o una atención puntual, sino que tenemos que penetrar en las correcciones que el sistema necesite”, denunció en la primera de sus intervenciones.
Tiempos de cambio
En cuanto al departamento que coordina, su tarea es observar “cómo se operan cambios antropológicos con los que la persona, poseedora de su dignidad individual, pasa a ser individuo y entra en la rueda de la producción y el consumo”.
Para ello se detectan situaciones de actualidad sobre las que “hay que reflexionar y rezar para que la Iglesia pueda dar respuesta a problemas humanos muy serios”, señaló Algora.
