Hace cincuenta años, el primer obispo de Añatuya, Jorge Gottau, propuso al episcopado argentino, un camino de comunicación y comunión de bienes espirituales y materiales entre los que más tienen con los que más sufren.
Este emprendimiento, nuevo en aquel entonces, comenzó a transitar un sendero no fácil al principio, pero sí lleno de esperanza. Así, con el tiempo, esta tradicional colecta “Más por Menos” llegaría a instalarse en el pueblo argentino como una de las obras solidarias más importantes de la Iglesia en la Argentina.
A lo largo de los años…
Muchos obispos integraron esta ‘Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas’. Pero en ella han trabajado no solo los obispos. Administradores, profesionales, y los fieles con su colaboración, han sido y son parte de esta gestión, que está llamada a la promoción y ayuda de los hermanos más vulnerables. Todos, desde su lugar y funciones determinadas, han aportado valores, experiencia y conocimiento, para consolidar y confirmar esta obra en favor de los que menos tienen.
Las diócesis de bajos recursos se han visto beneficiados por incontables proyectos que se hicieron palpables, gracias a la colecta. Comedores, salones de uso parroquial, tareas de promoción y desarrollo humano y actividades pastorales, se han concretado a lo largo de este medio siglo, y -seguramente- otros tantos se van a concretar en el tiempo.
Cada año, la comisión ofrece la rendición de cuentas que, desde su transparencia, se convierte en vivo testigo de la concreción de los proyectos.
Los organizadores repiten incansablemente su agradecimiento a aquellas personas que, años tras año, colaboran efectivamente con su aporte. Creyentes y no creyentes, lo hacen en forma permanente y no solo el 2º fin de semana de septiembre, fecha central de la colecta.
En qué consiste la colecta
Con el criterio de promover la ayuda de las zonas más ricas hacia las más pobres, el equipo realiza estudios para determinar, en ese momento, cuáles son las diócesis con más necesidades. Para ello, se tienen en cuenta las poblaciones que viven con escasos recursos, falta de fuentes de trabajo, carencias a nivel educativo, poco acceso a los medios de transporte, entre otros.
Regularmente, se determina entonces cuáles son las regiones más necesitadas de ayuda. En la actualidad, la prioridad la tienen las diócesis de: Orán, Añatuya, Presidencia Roque San Peña, Humahuaca y Formosa.
