Los obispos de Portugal se plantan contra la enseñanza “de género” en las escuelas

  • La Conferencia Episcopal Portuguesa se ha manifestado contra las nuevas medidas sobre identidad de género en las escuelas
  • “Esta pretensión de renunciar a los datos biológicos para identificar las diferencias entre hombres y mujeres es ilusoria”

ilustración de un niño-niña identidad de género y transexualidad

El pasado 16 de agosto, el Consejo de Ministros portugués aprobaba una medida para los Ministerios de Educación y de Igualdad y Ciudadanía con la que se pretenden “establecer medidas administrativas” para la aplicación, en colegios públicos y privados, de una ley aprobada en 2018 y que recoge, entre otras medidas, que los alumnos puedan escoger libremente los baños y vestuarios que utilizan. 

Ante esto, los obispos portugueses se han unido a la preocupación de algunos sectores de la sociedad, que critican que se haya aprobado este Decreto – que, afirman, promueve la ideología de género en las escuelas – en pleno mes de agosto y sin previo aviso. De hecho, la petición contra la medida ha recogido hasta el momento más de 32.000 firmas. 

A modo de crítica, la Conferencia Episcopal Portuguesa ha relanzado un documento pastoral publicado en 2013 en el que ya se posicionaba en contra de “este tipo de adoctrinamiento”. El texto, titulado ‘La visión cristiana de la sexualidad. A propósito de la ideología de género’, advierte de los “peligros” de introducir este tipo de enseñanzas en las escuelas, mostrándolas “como un dato científico comparado e indiscutible”.

La decisión de los padres

“Es una ideología que quiere determinar una revolución antropológica“, defiende el documento. “En lugar de sexo (fundamental para identificar a una persona), se habla de género (construcción cultural y psicológica de una identidad)”, subrayan los obispos, y “en vez de igualdad entre hombres y mujeres, se habla de igualdad de género, mientras que la familia es sustituida por las familias”. 

Asimismo, el documento advierte de que esta “pretensión de renunciar a los datos biológicos para identificar las diferencias entre hombres y mujeres es ilusoria”. Además, los obispos portugueses se han reafirmado en el derecho de los padres a opinar sobre este asunto: “Ante el uso del sistema educativo para afirmar y difundir esta ideología, es bueno recordar la primacía de los derechos de los padres sobre la orientación que se debe dar a la educación de sus hijos”.

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