Obispos colombianos: “Ofrecemos nuestro compromiso de trabajar sin descanso para que la reconciliación reine en nuestra sociedad”

  • Con motivo del Bicentenario de la Independencia han expresado su mensaje al país pidiendo superar especialmente  las nuevas formas de esclavitud
  • “No permitir que continúe el espíritu de la división”, bajo esta premisa han invitado a seguir alimentando la esperanza para superar la polarización

Los obispos de Colombia han hecho público su mensaje con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y han recordado que “la fe cristiana iluminó y acompañó los procesos” que llevaron a la gesta libertaria, por lo cual “debemos agradecer a Dios la vida, la entrega y los esfuerzos de tantos sacerdotes, religiosos y fieles comprometidos que colaboraron con verdadero heroísmo”.

Así lo han hecho saber en un comunicado, en rueda de prensa, suscrito por Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente del episcopado, Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente, Elkin Álvarez, obispo auxiliar de Medellín y secretario general, acompañados por Francisco Nieto Súa, obispo de Engativá y presidente de la comisión episcopal para las comunicaciones.

Asimismo han destacado que esta “tarea de la libertad está inconclusa y frecuentemente se ve amenazada, entre estos nuevos enemigos de la libertad en Colombia han mencionado la polarización, el individualismo, injusticia social, falta de empleo, tierra y vivienda, la corrupción, los ecocidios y el atávico problema del narcotráfico que “genera terror en las poblaciones, destruye la juventud y produce economías paralelas al servicio del delito y de la muerte”.

En el corazón de cada colombiano

Los prelados han expresado que la lucha contra estas nuevas esclavitudes comienza en el corazón de cada colombiano, sin embargo “no bastan las propias fuerzas para vencerlas” por tanto es necesario “abrir nuestras vidas para acoger a Cristo y su Evangelio”, porque “su misericordia nos sana de las heridas del mal y su pascua nos levanta de la muerte. Solo Él puede renovar nuestras vidas y hacernos sal y luz en la sociedad”.

En este sentido, han invitado a mirar el Bicentenario de la Independencia como “una oportunidad propicia para mirar el pasado con gratitud y con objetividad” y también como “el momento para asumir nuestro presente con suma responsabilidad, conscientes de la tarea inmensa que tenemos en la transformación de nuestra realidad”.

Colombia, déjate reconciliar

“No permitir que continúe el espíritu de la división”, bajo esta premisa los obispos han invitado al pueblo colombiano a seguir alimentando la esperanza para superar la polarización y además “para que se haga realidad debemos acogernos, caminar juntos, perdonarnos”

Para esta tarea se requiere del “impulso permanente del diálogo para poner fin a la violencia, encontrar caminos de reconciliación, construir la unidad por encima de obstáculos, convertir en riquezas comunitarias las diferencias, erradicar las causas estructurales de la corrupción que engendra muerte y colocar en el centro de toda la vida política, social y económica la dignidad de la persona humana y el bien común”.

“La familia, la escuela, la Iglesia y la sociedad están llamadas a generar una cultura del encuentro en los niños y en los jóvenes, pues ellos son esperanza para el país. El Papa nos hizo esta invitación: ¡Colombia, abre tu corazón de Pueblo de Dios, Déjate reconciliar, no temas a la verdad y a la justicia!”, han dicho.

Trabajar sin descanso

Precisamente con el Bicentenario de la Independencia – han indicado los obispos – coincide  con el Centenario de la coronación de la Imagen de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia. “Ella, desde 1586, hizo visible su presencia entre nosotros con el singular milagro de la renovación de su imagen. Su intercesión y también las joyas que los fieles le habían ofrendado ayudaron a la campaña libertadora”, han expresado.

“Nosotros, pastores del Pueblo de Dios que peregrina en esta nación bendecida con una sorprendente riqueza étnica y cultural, ofrecemos nuestro compromiso de comunicar a Cristo, Camino, Verdad y Vida, y de trabajar sin descanso para que la reconciliación reine en nuestra sociedad. Sin la auténtica reconciliación es imposible la paz, la justicia, el desarrollo integral y la vida digna para todos”, finalizaron.

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