El Papa señala al presidente de la FAO el “significativo” papel de la mujer en la producción de alimentos

  • Francisco ha enviado un mensaje a José Graziano da Silva por la inauguración del Decenio por la Agricultura Familiar de Naciones Unidas
  • “Ellas participan en todas las etapas, desde la siembra hasta la cosecha, la gestión y el cuidado del ganado, e incluso en trabajos más pesados”

Un grupo de campesinos colombianos cultiva sin materiales químicos en una apuesta por la agricultura ecológica

El papa Francisco ha enviado un mensaje a José Graziano da Silva, el presidente de la Organización de Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo de la inauguración hoy, 29 de mayo, del Decenio por la Agricultura Familiar (2019-2028). En él, Francisco ha señalado, de forma especial, el papel de las mujeres, “tan necesario en todas las expresiones de la vida social”. Una contribución que en la actividad agrícola “es significativa, en particular en los países en vías de desarrollo”. Y es que “ellas participan en todas las etapas de la producción de alimentos, desde la siembra hasta la cosecha, la gestión y el cuidado del ganado, e incluso en trabajos más pesados”.

Por todo ello, el Papa ha recordado que “la empresa agrícola familiar no puede prescindir del genio femenino”. Además, al hilo de esta iniciativa – con la que se pretende cumplir el objetivo de Hambre Cero 2030 y el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que versa sobre garantizar la seguridad alimentaria y promover la agricultura sostenible -, Francisco ha afirmado que el hecho de que la familia esté “formada por un entramado de relaciones” donde se “aprende a convivir con los demás y estar en sintonía con el mundo”, hace que represente un “modelo de comportamiento para una agricultura sostenible”.

Un modelo, por otra parte, que no solo “tiene consecuencias beneficiosas para el sector agrícola, sino también para toda la humanidad y la salvaguarda del medio ambiente”. “En este sentido”, ha subrayado el Papa, “la familia ayuda a entender el vínculo que existe entre humanidad, creación y agricultura”.  También ha destacado que la crisis alimentaria “en los países menos desarrollados”, así como la “grave crisis económica y financiera en los países desarrollados”, han impulsado en distintos lugares “un renovado esfuerzo para hacer de la agricultura no solo una herramienta para el empleo sino también para el desarrollo del individuo y de la comunidad”.

El valor de la educación

Por otra parte, Francisco ha apuntado que el trabajo de los jóvenes en la agricultura “además de combatir el desempleo, puede dar un nuevo vigor a un sector que se está convirtiendo en estratégico para el interés nacional de muchos países”, por lo que los objetivos de la Agenda 2030 “no pueden ignorar la aportación de los jóvenes y su capacidad para innovar” en este sector, algo para lo que la educación se vuelve indispensable. “Es importante revisar el sistema educativo para que responda mejor a las necesidades del sector agrícola y, por lo tanto, para integrar a los jóvenes en el mercado laboral”, ha añadido.

Asimismo, ha recalcado que “el interés y el talento de los jóvenes para la agricultura debe contar con el respaldo de un adecuado entorno educativo y de políticas económicas que les proporcionen las herramientas necesarias para expresar sus capacidades y convertirse así en agentes de cambio y de desarrollo para sus comunidades, desde una visión de ecología integral”. Por eso, para el Papa, el sistema educativo debe “superar la mera transferencia de conocimiento” para integrar “la cultura ecológica que debe contemplar una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático”.

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