El claustro de la iglesia de San Pedro de Teruel recrea a través de la imagen el Cantar de los Cantares

  • 24 fotografías de Luis Arturo Giménez Alamán se exponen hasta el 31 de mayo dentro de las propuestas de la Fundación Amantes
  • Para el obispo Antonio Gómez Cantero, en la muestra, “como en el amor, iremos saltando de lo cotidiano a lo exótico, del exterior a la intimidad…”

El Cantar de los Cantares hecho imagen ha tomado el claustro mudéjar de la Iglesia de San Pedro de Teruel hasta final del mes de mayo, dentro de las actividades promovidas por la Fundación Amantes. Es una exposición fotográfica de Luis Arturo Giménez Alamán y que lleva por título “Cantar de amor y de bodas”.

Giménez refleja en todas sus obras, ya sean en fotografía, pintura o escultura, la relación entre la cultura y la espiritualidad, como respuesta a la búsqueda interior de la persona. Por ello, esta exposición es el fruto de 10 años de reflexión y trabajo que se plasma en esta colección de 24 fotografías que ahora se expone.

La cotidianidad del amor

En su inauguración, el pasado 9 de mayo, el obispo de Teruel y Albarración, Antonio Gómez Cantero, recordó que “la comunidad judía lee todos los años en la sinagoga el Cantar de los Cantares, durante las fiestas de Pascua” y que este libro “que fue un cantar de bodas ha sido sublimado hasta llegar a ser un icono del amor de Dios por su pueblo” ya que “su lectura nos transportará como atraídos tras el aroma embriagador del amor, sumergiéndonos en una eterna primavera”

Para el prelado, “Luis Arturo Giménez Alamán, con gran sensibilidad, en esta exposición fotográfica de este gran “cantar de amor y de bodas”, nos va a llevar de la mano para sumergirnos, desde nuestra retina, en la frescura de los aromas, las texturas, los colores, las flores, los metales, la madera, los perfumes y los cuerpos, que nos evocan amor a manos llenas para mantenernos eternamente jóvenes”, señaló.

Por ello, para el obispo en la muestra, “como en el amor, iremos saltando de un escenario a otro, de una imagen a otra, de lo cotidiano a lo exótico, del exterior a la intimidad…” “Y como en el amor, iremos descubriéndonos tal cual somos, hasta desnudar nuestro cuerpo y nuestra alma. Pues la entrega del amor es sin límites”, destacó.

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