La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), que aglutina a líderes de 1.900 congregaciones religiosas femeninas a las que pertenecen más de 450.000 monjas presentes en más de 100 países del mundo, espera que el papa Francisco afronte la cuestión del diaconado femenino en la audiencia privada que les ofrecerá el próximo 10 de mayo en el Vaticano.
“Podemos suponer que dirá algo sobre ello, pero no estamos seguras. Él es libre”, comentó este jueves, 2 de mayo, la religiosa maltesa Carmen Sammut, superiora general de las misioneras de Nuestras Señora de África y presidenta de la UISG. En un encuentro en la Sala de Prensa del Vaticano con motivo de la próxima Asamblea Plenaria, que se celebra en Roma del 6 al 10 de mayo, Sammut recordó que en el anterior encuentro entre el Pontífice y la UISG hace tres años, las religiosas le plantearon la oportunidad de crear una comisión para estudiar cómo se desarrolló el diaconado femenino en la historia de la Iglesia.
La cuestión de la mujer
Este grupo de expertos, liderado por el cardenal español Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, concluyó sus trabajos antes del pasado verano y le entregó al Papa sus conclusiones, según adelantó Vida Nueva el pasado diciembre. “Lo que está detrás de esta cuestión es algo que sigue apareciendo: cuál es el lugar de la mujer en la Iglesia y cómo puede haber más espacio en los lugares de toma de decisión”, explicó Sammut, quien se mostró confiada en que el Pontífice trate este tema en la audiencia del 10 de mayo “en un modo o en otro”.
La presidenta de la UISG comentó que en la Asamblea Plenaria, en la que participarán unas 850 líderes de congregaciones religiosas femeninas provenientes de 80 países, se tratará la cuestión de los abusos sexuales. “Queremos crear una comisión conjunta para explorar el cuidado y protección de los menores y de los adultos vulnerables entre la UISG y la USG”, adelantó Sammut haciendo referencia a la Unión de Superiores Generales, el equivalente masculino de la institución que ella preside.
Protocolos antiabusos
En una entrevista con algunos medios, la religiosa maltesa reconoció no ha caído en saco roto el llamamiento realizado por la UISG el pasado noviembre cuando esta institución ofreció su disponibilidad para recibir denuncias de abusos sufridos por religiosas. “Ya nos han llegado algunos casos. No han sido grandes números, pero sí que ha habido algunas hermanas o sus superioras que se han dirigido a nosotras por casos de abuso”, declaró Sammut, explicando que habían ofrecido “acompañamiento” y ayuda para llevar estos episodios hasta “otro nivel”.
La UISG pretende que todas las congregaciones se doten de protocolos para afrontar los casos de abusos de cualquier tipo que puedan darse así como de códigos de conducta, “porque hemos visto que los votos no son suficientes y tenemos que ver cómo se viven en la vida cotidiana”, concluyó la superiora general de las misioneras de Nuestras Señora de África.
