Leticia Gutiérrez: “Las Patronas ven a Jesús en los inmigrantes”

La hermana scalabriniana Leticia Gutiérrez llegó desde su México natal a España en julio de 2018. Actualmente, es responsable de la Delegación de Migraciones de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, donde se encarga del acompañamiento espiritual y cultural de los migrantes. Nos reunimos con ella en Madrid el pasado viernes 1 de marzo, con motivo de la presentación del documental ‘La cocina de las Patronas’, mujeres a las que ha acompañado muy de cerca durante sus años de misión en México.

PREGUNTA.- ¿Qué recuerda del tiempo compartido con las Patronas?

RESPUESTA.- Fue una experiencia muy bella que nos fue cuestionando. Hasta 2008, dar de comer en las vías del tren era delito. Mi tarea, entonces, como secretaria de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana en la Conferencia Episcopal Mexicana fue hacer un recorrido por todos los espacios que estaban acompañando a migrantes, y uno de estos eran las Patronas. Ellas no están ligadas a ninguna parroquia ni diócesis, aunque son mujeres de fe. Vivíamos una situación de peligro. Compartir esta experiencia nos fue hermanando para poder cuidarnos, acompañarnos y estar pendientes desde el sur hasta el norte de cualquier agresión que pudiéramos vivir. En 2009 nos tocó tomar el Senado de la República para pedir un cambio en la legislación migratoria. Verlas comprometidas nos hizo unirnos más y, sobre todo, entender que la incidencia acompañada de la acción caritativa era necesaria.

P.- ¿Qué mueve a estas mujeres a entregar su día a día a los migrantes?

R.- Norma (una de las Patronas) cuenta un hecho que para ella ha marcado su compromiso con los migrantes. Ella dice que, en algún momento, en un tren que va pasando, hay un migrante que está herido porque lo asaltaron y, cuando los demás ayudan a bajarlo, ella ve a alguien como en una cruz. Para ella fue la experiencia de ver a Jesús. Era Jesús a quien recibía, a quien miraba y a quien acompañaba. Yo creo que, en lo más profundo del día a día, ellas no solamente ven a las personas, es que ven al mismo Jesús, que está presente en el rostro de cada uno de los inmigrantes. Creo que esto las mueve a ellas y nos mueve a muchos otros.

P.- Tu misión ha cambiado mucho al llegar a España.

R.- Es el complemento de lo que allá vivíamos. Lo caminado en México no es una experiencia que borras en cualquier momento. Aprendí que tenemos que irnos profesionalizando y eso estoy tratando de vivir aquí, en esta nueva experiencia. En la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara hay una cierta sensibilización ante la realidad migratoria, pero, en el poco camino que he hecho hasta ahora, me doy cuenta de que la respuesta pastoral necesita una formación específica sobre la realidad de los migrantes, sobre el coste humano de las migraciones, sobre los cambios políticos necesarios y sobre un compromiso para hacer incidencia política y de cambio. Aunque estoy aquí en un proceso totalmente distinto, hay tierra fértil para ser formada y despertarla a los retos que ahora tienen las migraciones en España.

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