El Papa apela a un trabajo “corresponsal y colegial” para atajar los abusos sexuales

  • Durante el Ángelus, Francisco lanza el alegato final de la cumbre antiabusos para que se tomen “todas las medidas posibles para que no se repitan crímenes similares”
  • “Que la Iglesia vuelva a ser absolutamente creíble y confiable en su misión de servicio y educación para los más pequeños según la enseñanza de Jesús”, reafirmó
  • Consulta toda la información del encuentro vaticano contra la pederastia

Desde la ventana de los apartamentos pontificios del Vaticano, el papa Francisco lanzó el alegato final tras clausurar la cumbre antiabusos que ha reunidos a los principales líderes de la Iglesia en Roma durante cuatro días. Una vez más, el Papa reconoció que la pederastia ha generado “un grave escándalo en la Iglesia y en la opinión pública, tanto por los trágicos sufrimientos de las víctimas como por la injustificada falta de atención hacia ellos y la violencia, encubriendo a los culpables por personas responsables en la Iglesia”.

Francisco admitió además que se trata de “un problema generalizado en todos los continentes, quise abordarlo juntos, de manera corresponsable y colegial, como pastores de las comunidades católicas de todo el mundo”.  Tras estos intensos días de trabajo, el Papa aseguró que “nos hemos dado cuenta de nuestras responsabilidades, de nuestro deber de hacer justicia en la verdad, de rechazar radicalmente todas las formas de abuso de poder, conciencia y sexual”.

La revolución del amor

Así, reiteró que la Iglesia ya se ha puesto manos a la obra para crear espacios seguros y tomar “todas las medidas posibles para que no se repitan crímenes similares”. ¿El objetivo de Francisco? “Que la Iglesia vuelva a ser absolutamente creíble y confiable en su misión de servicio y educación para los más pequeños según la enseñanza de Jesús”, reafirmó.

Deteniéndose en el Evangelio del día, el Papa llamó a los fieles presentes en la plaza de San Pedro a hacer realidad “la revolución del amor, cuyos protagonistas son los mártires de todos los tiempos”. “Si nuestros corazones se abren a la misericordia, si el perdón se sella con un abrazo fraternal y los lazos de comunión se fortalecen, proclamamos ante el mundo que es posible vencer el mal con el bien”, alentó Francisco a los peregrinos. Además les instó a no ser “coleccionistas de injusticias, solo recordamos las cosas malas. Jesús nos llama a poner el foco en las cosas buenas y dar al giro a la moneda, por ejemplo, cuando alguien viene con un chisme del otro”.

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