Las 6 mejores frases de Benedicto XVI en el sexto aniversario de su renuncia

  • El Papa emérito sorprendía al mundo el 11 de febrero de 2013 al renunciar al ministerio petrino
  • “Tras el gran Juan Pablo II, me han elegido a mí, un trabajador sencillo y humilde”, dijo al ser elegido en 2005
  • “Gracias de corazón y pido perdón por mis errores”, afirmó en su despedida el 28 de febrero de 2013

Hoy, 11 de febrero, se cumplen seis años de la histórica renuncia de Benedicto XVI. A dos meses de cumplir 92 años, el Papa emérito permanece hoy en el monasterio Mater Ecclesiae. Aprovechando esta efeméride, recordamos seis frases indispensables de Joseph Ratzinger.

  1. “Después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un trabajador sencillo y humilde en la viña del Señor”. Estas fueron las palabras que dedicó al mundo tras haber sido elegido obispo de Roma.
  2. “¿No deberíamos pensar también en lo que debe sufrir Cristo en su propia Iglesia? En cuántas veces se abusa del sacramento de su presencia, y en el vacío y maldad de corazón donde entra a menudo. ¡Cuántas veces celebramos solo nosotros sin darnos cuenta de él! ¡Cuántas veces se deforma y se abusa de su Palabra! ¡Qué poca fe hay en muchas teorías, cuántas palabras vacías! ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a Él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia! Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo. Nos abruman su atuendo y su rostro tan sucios. Pero los empañamos nosotros mismos. Nosotros quienes te traicionamos, no obstante los gestos ampulosos y las palabras altisonantes. Ten piedad de tu Iglesia… Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícanos a todos”. Así se expresó en el Vía Crucis de 2005 en el Coliseo Romano. 
  3. “En un lugar como este, las palabras fallan; al final, solo puede haber un silencio seco, un silencio que en sí mismo es un grito de corazón a Dios: ¿Por qué, Señor, permaneciste en silencio? ¿Cómo pudiste tolerar esto?”, expresó Benedicto XVI el 28 de mayo de 2006 en su visita al campo de concentración de Auschwitz.
  4. “La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana. (…) No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”, dijo el entonces Pontífice durante su histórico discurso en Ratisbona en septiembre de 2006.
  5. “Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por si solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso a lazar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas, porque, en realidad, conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios”. Así lo dijo en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en agosto de 2011.
  6. “Gracias de corazón y pido perdón por mis errores”, dijo en su despedida como Papa el 28 de febrero de 2013.
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