El cardenal Salazar hablará sobre ‘la responsabilidad del obispo en el tratamiento de abusos sexuales’ durante la reunión con el Papa

  • La pedofilia, el narcotráfico, la corrupción y la gestión del presidente Duque fueron algunos de los temas abordados por el arzobispo de Bogotá en una entrevista televisada
  • “Estamos viviendo una época de incertidumbre, casi de intranquilidad en todos los niveles”, aseguró

“La responsabilidad del obispo en el tratamiento de abusos sexuales” será el tema de la intervención que tendrá el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez durante la reunión convocada por el papa Francisco para el próximo mes de febrero (del 21 al 24), para abordar con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo el complejo tema de la prevención de los abusos a menores y a otras personas vulnerables en el seno de la Iglesia.

Así lo reveló el arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) este 15 de enero al periodista Gerardo Aristizábal, editor político del noticiero CM&, en entrevista televisada por Canal Uno al finalizar la emisión central de las 9 de la noche. 

Salazar –quien lució sereno y firme en sus declaraciones– durante diez minutos se refirió a temas álgidos como la pedofilia, el narcotráfico, la corrupción, la gestión del presidente Iván Duque e incluso su renuncia episcopal tras haber superado el límite de los 75 años.

Época de incertidumbre

“Estamos viviendo una época de incertidumbre, casi de intranquilidad en todos los niveles”, aseveró el cardenal, refiriéndose expresamente al caso colombiano, “que tiene una serie de problemas internos” que calificó como “acuciantes”.

“Me refiero, por ejemplo a la presencia del narcotráfico en el país, como fuente permanente de perturbación, generador de violencia, de todo tipo crimen”, detalló el prelado, sin dejar de referirse a “la proliferación de bandas criminales en las periferias” del país, donde la incidencia del Estado es insuficiente, ni al caso del sacerdote amenazado en zona rural de Caucasia.

“Otro problema serísimo es la corrupción”, continuó el arzobispo primado de Colombia, denunciando que “todos los días se destapan nuevos episodios, y lo más grave es que no tenemos armas [jurídicas] suficientes para castigar y reprimir la corrupción”.

“No pasa nada”

En un país donde “no pasa nada” frente a estos hechos, Salazar criticó que “hemos perdido la capacidad de protestar de una manera efectiva”, no obstante que destacó el papel de la ciudadanía en el ‘plantón de linternas’ del pasado viernes 11 de enero contra el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, por el caso de Odebrecht. “Estas protestas son importantes para expresar puntos de vista, manifestar lo que se piensa”.

Antes estas movilizaciones, concretamente, el cardenal considera que el fiscal debe atender las razones que ponen en tela de juicio su capacidad continuar o demostrar que puede seguir en el cargo.

Del presidente Duque y sus primeros seis meses de gestión, fue claro en decir que “es un hombre honesto, honrado, él quiere hacer las cosas bien hechas”, pero “otro problema es que se lo dejen hacer”, acotó, refiriéndose a la fragmentación del congreso y a los difíciles problemas por los que atraviesa el país, sin ahondar en temas de coyuntura política ni de la oposición con los que podría “pisar muchos cayos”.

Por otra parte, Salazar fue explícito al manifestar que los colombianos han perdido la confianza en las instituciones–incluida la Iglesia–, al tiempo que abordó la crisis de coherencia “entre o que se dice y se hace” y el flagelo de la pedofilia contra la que Francisco ha declarado la guerra.

Contra la pedofilia

A propósito de las medidas que ha tomado la Iglesia colombiana frente a la problemática de los abusos sexuales, destacó que “hay un plan integral que cobija todos los aspectos que se puedan presentar”, incluyendo el acompañamiento a la víctima, la validación de la denuncia y la pena que deben recibir los que han abusado. “Tenemos unos protocolos y unas rutas plenamente establecidas para que este proceso sea lo más rápido y efectivo posible”, agregó el cardenal colombiano.

Con relación a la continuidad de su servicio al frente de la arquidiócesis de Bogotá, al final de la entrevista Salazar manifestó que ya había renunciado, pues este año cumplirá 77 0años de edad. Sin embargo, el Papa le ha dicho: “quédate quieto, mientras estés bien, no hay problema”. “Vamos a ver hasta cuándo”, concluyó el cardenal.

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