La Iglesia en Chiapas atiende a 2.000 indígenas desplazados tras un conflicto en una comunidad

  • Una emboscada a finales de octubre desembocó en una emergencia humanitaria que tiene dispersas a cientos de familias
  • La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas se ha organizado para brindar alimento y atención médica a estas personas

Casi dos mil indígenas tzotziles dejaron sus casas en la comunidad de Chavajebal, en la región de Los Altos del estado de Chiapas, luego de una serie de enfrentamientos que se han venido suscitando en la comunidad desde finales del mes de octubre, mismos que han dejado un saldo de varios muertos.

Ante esta nueva emergencia humanitaria en Chiapas –una de las entidades más pobres del país– la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas se ha organizado para atender a los desplazados que abandonaron dicha comunidad desde el pasado 7 de noviembre,  brindándoles alimento y atención médica, principalmente.

Al respecto, habló para Vida Nueva el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, coordinador de Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal y de la Provincia Eclesiástica de Chiapas, quien explicó que el problema inició el 24 de octubre cuando dos personas de esa comunidad fueron asesinadas en una emboscada: una de las personas era el comisario, y por ese hecho fueron detenidos más de 20 indígenas.

Tras los acontecimientos –detalló el sacerdote– la población realizó una asamblea, y quienes no asistieron quedaron en calidad de sospechosos, por lo que fueron encarcelados. “Uno de los sobrevivientes los reconoció como parte de la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y detuvieron a tres personas más; llegaron las autoridades para resolver el caso, y nuevamente se desató el tiroteo, provocando la muerte de dos personas el 7 de noviembre”.

El sacerdote asegura que existe cierto odio hacia los zapatistas, por lo que cualquier motivo basta para criminalizarlos, para estigmatizarlos. “He platicado con el sobreviviente y hallo muchas contradicciones. El problema es que no se sabe exactamente quiénes son los responsables, porque también hay problemas entre los partidos Morena y Mover a Chiapas”.

Ser desplazado, una situación difícil

El padre Marcelo Pérez asegura que la Iglesia no se puede detener a investigar quiénes son los responsables de los crímenes, sino que su tarea es atender la emergencia humanitaria: “Inicialmente, se habían ido al monte unas 400 personas, que ahora ya están ubicadas en El Bosque; asimismo, menos de cien se encuentran en San Cristóbal de las Casas, cerca de 400 en Tierra Caliente, más de mil en la cabecera de El Bosque y cerca de cien en la comunidad de San Pedro”.

Algunos de los desplazados encontraron refugio en casas de sus familiares y otros en las casas parroquiales de la diócesis; no obstante –afirmó– “ser desplazado es una situación difícil: hay enfermos, ancianos; hubo una mujer que ‘dio a luz’ en el monte el día que se salieron de sus casas, y a muchos otros les falta ubicar dónde están sus familias”.

El sacerdote hizo un llamado a la solidaridad con los desplazados. Aseguró que si bien tanto la Iglesia como la sociedad civil y el gobierno mismo ya están trabajando para enfrentar esta situación, la ayuda no es suficiente.

Comentó que como Pastoral Social se está buscando conformar un equipo que pueda ser mediador en el conflicto para que los afectados logren regresar a su comunidad.

La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas cuenta con una instancia para coordinar la ayudas humanitarias, ya sea con víveres o económica. Se trata de la cáritas diocesana coordinada por la hermana Norma Medina, cuyo número telefónico es el (967) 120 3722.

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