La Iglesia oficialista china respalda “de todo corazón” el acuerdo, pero marca su “independencia” de Roma

  • La Asociación Patriota Católica y la Conferencia de Obispos fieles al Partido subrayan en un comunicado su “autoadministración” y renuevan su compromiso con “el sueño socialista”
  • Mientras el Gobierno de Xi Jinping calla, ambas entidades eluden en su texto reconocer la autoridad del Papa

Un sacerdote chino celebra la eucaristía en Beijing/EFE

La relevancia dada por la Santa Sede al acuerdo firmado con China se ha traducido en un eco mediático a escala global. Salvo en el gigante asiático, donde la primera alianza después de 70 años se ha abordado con un perfil bajo. Ni el Ejecutivo de  Xi Jinping. Ni el Partido se han manifestado al respecto. Eso sí, 24 horas después de darse a conocer el convenio revisable, sí han dado un paso al frente tanto la Asociación Patriótica Católica de China y la Conferencia de Obispos de la Iglesia Católica, o lo que es lo mismo, los dos organismos ligados directamente al régimen.

A través de un comunicado de prensa, han anunciado que apoyarán “de todo corazón” el acuerdo provisional firmado entre China y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos. Publicado en el portal digital de ambas entidades, reconocen que “la Iglesia Católica de China comparte la misma fe que las iglesias católicas en todo el mundo. Estamos dispuestos a mejorar la comprensión y llevar a cabo intercambios amistosos con iglesias católicas en otros países”.

Las condiciones de la nueva relación

Eso sí, a través de un portavoz se plantea una condición, que esta relación se haga “sobre la base de la independencia, el respeto mutuo, la igualdad y la amistad”. Resulta especialmente llamativo el uso del término “independencia”, lo que reafirma, según recoge el diario oficialista Global Times, la Iglesia Patriótica mantendrá su “auto administración” así como defender la “sinización” en materia religiosa, se adaptará a la sociedad socialista y contribuirá a la realización del sueño chino de rejuvenecimiento nacional bajo el liderazgo del Partido Comunista de China.

Esta “sinización”, esto es, una colonización de la cultura china sobre el credo católico, es uno de los objetivos de Xi Jinping, que busca cada vez un mayor control del hecho religioso y, en concreto de la liturgia, teología, doctrina social….

Con esta premisa, se comprende que en el comunicado no se haga una sola referencia al Francisco, lo que certifica que, de momento, la Asociación Patriótica Católica de China no reconocerá la autoridad del Papa. Más allá de esto, el portavoz de los católicos afines al Partido apuntó que “esperamos sinceramente que las relaciones entre China y el Vaticano se puedan mejorar continuamente”, añade el portavoz.

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