Christine Naline, madre de 4 hijos y abuela de ocho nietos, ha sido responsable de formación de catequistas en Lille y de los laicos en misión eclesial en Nanterre, antes de ocupar su próximo puesto, a partir del 1 de septiembre, como nueva secretaria general adjunta de la Conferencia Episcopal francesa. El mandato de Christiane Naline tendrá duración de tres años y sustituye al padre Gérard Le Stang.
Es la primera vez que en Francia una mujer es elegida para un cargo de tal prestigio y tendrá que coordinar los servicios nacionales de pastoral, según ha informado L’Osservatore Romano. La señora Naline trabajará con otra mujer en la secretaría general, Corinne Boilley, que fue la primera que entró con un cargo de gran responsabilidad en la Conferencia, siendo la encargada de las cuestiones económicas, sociales y jurídicas y cuyo sustituto ya ha sido anunciado.
“La decisión de los obispos demuestra que se toman en serio la vocación bautismal de todos los miembros de la Iglesia”, declaró Christine Naline al diario La Croix. En 2016, Michel Aupetit le solicitó a ella y su marido que organizaran el jubileo por los 50 años de la diócesis de Nanterre, de la que era obispo, una más de la larga lista de tareas que ha realizado al servicio de la Iglesia. “Cada vez –que me encargan algo- primero me tomo un tiempo para discernir y después respondo, ya que no es mi intención hacer carrera en la Iglesia”, señaló Naline.
“La Iglesia de Nicaragua no pierde la esperanza de la reconciliación”
Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico, ha visitado al Papa y le ha puesto al corriente de la crisis política y social que se está viviendo en Nicaragua. “La audiencia con el Papa ha sido muy importante y delicada, teniendo en cuenta la situación del país. El Santo Padre está bien informado y reza mucho para que se llegue a una solución pacífica”, declaró a Vatican News.
“La Iglesia de Nicaragua nunca ha abandona a su pueblo”, subraya el nuncio de origen polaco. “En cualquier ámbito de la vida de estas personas, la Iglesia es una presencia cercana, misericordiosa, fraterna, espiritual pero también es una presencia bien concreta, materialmente hablando”, añade.
Tercer sacerdote atacado en Filipinas desde diciembre
Rey Urmeneta, capellán de la Policía Nacional filipina, fue atacado por varios hombres que le dispararon mientras conducía para llegar a una reunión a 60 km de Manila. El sacerdote, de 64 años, llegó con vida al hospital donde se mantiene estable.
Peor suerte corrieron el padre Mark Ventrua, en abril, asesinado tras celebrar una misa; y el padre Marcelito Paez, también muerto por el alcance de varios tiros, tras visitar una cárcel.
Las organizaciones de derechos humanos han declarado que los asesinatos de los sacerdotes y los ataques a las personas defensoras de los derechos humanos en el país se han convertido en “una fuente de profunda preocupación”. Según la Ong Global Witness, Filipinas fue el segundo país más mortífero para los activistas en 2017.
