Desde las primeras horas de este 1º de junio, la Casa Arquidiocesana María de La Altagracia, en Santo Domingo, recibió a los 450 educadores católicos de América Latina que llegaron a la isla caribeña para participar en el II Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa organizado por la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) –la mayor red de educación católica de América Latina– con el apoyo de la Unión Nacional de Escuelas y Colegios (UNEC) de la República Dominicana.
El acompañamiento pastoral a los jóvenes en el mundo de hoy es el hilo temático de las conferencias, los talleres y el compartir de experiencias pastorales que se desarrollarán durante los tres días del encuentro –que se prolonga hasta el domingo 3 de junio–, en sintonía con el sínodo de los jóvenes de octubre.
Compañeros de camino
“Acompañar a los jóvenes en el ámbito escolar es asistir al largo proceso de gestación de una vida nueva que el Espíritu está creando”, propuso el secretario general de la CIEC, Óscar Pérez Sayago, al inaugurar el encuentro, enfatizando que “los jóvenes no necesitan figuras adultas que se entrometan en su vida, sino compañeros de camino que intuyan, detecten, conozcan, apunten y sugieran elementos que les puedan ayudar a iluminar y transformar la vida”.
Óscar Pérez Sayago, secretario general de la CIEC
Crear puentes entre los jóvenes y los adultos es, quizás, uno de los mayores retos del acompañamiento pastoral. En palabras de Pérez Sayago, “para evangelizar a los jóvenes hace falta cercanía, acercarse para ver lo que pasa, y partir de la situación, no de una teoría”.
En esta perspectiva se situaron las dos primeras ponencias del encuentro que se desarrollaron en la tarde, tras la oración de apertura que motivó el lasallista Diego José Díaz, director de formación de la CIEC, con una marcada inspiración bíblica.
En búsqueda de identidad
En su conferencia sobre un mundo que cambia rápidamente, Mercè Asunción Pastor ponderó los paradigmas que están suscitando nuevas reflexiones en torno a las búsquedas de autenticidad de los jóvenes. “¿Dónde están?”, se preguntó la especialista española. “Conectados”, fue su respuesta, enfatizando que en el uso de las redes sociales “se pone en evidencia su necesidad de identidad, de recibir un like, están pidiendo, de alguna manera, la aceptación de todos”.
Mercè Asunción Pastor, formadora de profesores de religión y pastoralistas
Acompañar a los jóvenes en su camino de madurez personal, en la construcción de una sociedad más humana, y para un mundo más habitable y sostenible, son algunos de los desafíos que se derivan de estas búsquedas de sentido. “Vamos a necesitar paciencia, pasión y creatividad”, concluyó la educadora.
Tatuados por la sociedad
En seguida, el padre Enrique Castillo, presentó una mirada a la realidad de los jóvenes en el mundo de hoy, a partir de algunas condiciones socio-culturales que determinan a las nuevas generaciones. “Son jóvenes tatuados por la sociedad”, dijo el religioso salesiano, al detallar el intenso goce que genera el consumo en la construcción de identidades juveniles al servicio de los mercados trasnacionales, ante lo cual “la educación deberá ofrecer pautas para un consumo racional, crítico y ético”.
Padre Enrique Castillo, especialista en juventudes y asesor de pastoral juvenil
A propósito de la urgencia de generar programas que encaminen a los jóvenes a explorar su interioridad, Castillo también señaló el “desamparo neurótico” en el que se encuentran, desencadenando “una cierta enfermedad anímica colectiva”, sin dejar de referirse a la cuestión laboral y a la ideología de género, de cara a la realidad de las familias.
A partir de estos insumos, la primera jornada del II Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa finalizó con un taller sobre las culturas juveniles hoy, a través de pequeños grupos de trabajo donde se discutió qué es lo que más brilla de la realidad de los jóvenes y, al mismo tiempo, los desafíos que implica acompañarlos.
En los días que vienen, serán abordados estos desafíos de cara a la era digital, el discernimiento vocacional y la dimensión espiritual, entre otros aspectos que atraviesan la misión de acompañar a los jóvenes hoy.
