“En Francisco la palabra se hace gesto”, asegura el diplomático vaticano Fernando Chica

  • El observador permanente de la Santa Sede ante la FAO participó en las XI Jornadas ‘La caridad en la acción social de la Iglesia’ de Cáritas Baeza
  • En sintonía con el Papa, reivindicó “una Iglesia-hogar en la que nadie se sienta excluido, donde no exista la cultura del descarte”

El jienense Fernando Chica Arellano ha vuelto a su tierra de origen para sumarse a las propuestas de las XI Jornadas ‘La caridad en la acción social de la Iglesia’ que organizó, el pasado sábado, Cáritas Baeza. El observador permanente de la Santa Sede ante la FAO ofreció en la iglesia del Convento de la Encarnación de Baeza la conferencia “Vivir el Evangelio a la luz de magisterio del Papa Francisco”.

El observador permanente de la Santa Sede ante los organismos y las organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, IFAD y PAM),basó su intervención en algunos gestos del papa Francisco, llegando a afirmar que “en Francisco la palabra se hace gesto”. “Si a Juan Pablo II querían verlo y a Benedicto XVI querían escucharlo, en Francisco buscan encontrarse con él. En las distancias grandes se crece y en las cortas se magnifica”, aseguró.

Un árbol de esperanza

Chica selección algunas escenas del pontificado, como cuando Francisco plantó un árbol durante su visita a Kenia. Para Chica, además de realizar un acto de justicia para contrarrestar la desertificación y la deforestación, esta iniciativa “supone confiar, una virtud cada vez más escasa” y es “un grito de esperanza”, un símbolo del amor incondicional de Dios y toda una invitación a “volver a empezar, a recomenzar”.

Como el Papa, invitó en que plantar un árbol implica paciencia. “Hemos convertido el microondas en un estilo de vida. Hoy no aguantamos nada. Todo lo queremos ya. Francisco invita a aminorar la marcha para que el pensamiento pueda emerger de reflexiones no apresuradas”, añadió.

Puerta de la misericordia

También resaltó la apertura de la Puerta Santa del Jubileo de Misericordia que el papa Francisco anticipó en la Catedral de Bangui, en la República Centroafricana. Para el prelado, con gestos como este Francisco apuesta por “una Iglesia-hogar en la que nadie se sienta excluido, donde no exista la cultura del descarte”.

También recordó la visita del Papa a Lampedusa y Lesbos. Fue el primer viaje del pontífice, porque “le gusta ir a donde nadie haya ido antes, especialmente a las periferias”. Así, recordó la frase de Bergoglio: “Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres”. El diplomático, frente a cualquier populismo, subrayó que Dios manda “a defender la causa de los pobres”, pero añadió que para ello hay que “descubrir antes a Cristo en la oración y la eucaristía”.

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