Parolin lidera la marcha por los cristianos perseguidos

AIN iluminó de rojo el coliseo para recordar a los cristianos perseguidos

El secretario de estado del Vaticano Pietro Parolin participó en la iniciativa de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que iluminó de color rojo el Coliseo romano, a la vez que iglesias en Mosul y Alepo, para recordar la persecución que sufren los cristianos en Irak o Siria.

Monseñor Parolin pronunció un discurso en el que culpabilizó a “las ideologías fundamentalistas, el odio y los objetivos geoestratégico y económicos” de los sufrimientos que se producen en estos países. Del mismo modo recordó no solo a las víctimas cristianas, sino a “los seguidores de otras religiones que en diferentes partes de la región ecuménica sufren la violencia ciega del odio“.

El jesuita que acompaña a terroristas en la cárcel

José Mª. Fernández-Martos es el protagonista de un reportaje en la revista diaria y digital del diario El Mundo. El sacerdote jesuita es un ejemplo más de la amplia pastoral penitenciaria que se lleva a cabo en todo el territorio nacional.

En el reportaje se narran alguna de las historias que el religioso ha vivido a lo largo de los más de 30 años que lleva acompañando a personas reclusas. Desde presos comunes a la última etapa en la cárcel de Brieba, en las proximidades de Ávila, en las que ofrece un abrazo y una palabra cercana a terroristas de ETA o a yihadistas.

Un acercamiento a quien se acerca al corazón de seres humanos quienes se han podido olvidar de que realmente sí tienen corazón.

El cardenal Tagle encabeza las manifetaciones por la vida en Filipinas

La principales ciudades de Filipinas se vieron llenas de muchos ciudadanos, el pasado sábado 24 de febrero, movidos por lo que ellos consideran “amenazas a la vida” en las manifestaciones que se han llamado marchas por la vida.

El cardenal Tagle, arzobispo de Manila, participó en la marcha que tuvo lugar en la capital del país asiático. Las marchas querían protestar contra los asesinatos relacionados con las drogas. Los familiares de estas víctimas se unieron a las protestas con una procesión de velas, en las que participaron 2.000 personas.

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