Gloria Liliana Franco: “Lo más auténtico de nuestra identidad nos exige ser testigos y profetas”

  • En la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, Vida Nueva entrevista a la presidenta de la CRC
  • Profetismo misionero, compromiso con los jóvenes, trabajo en red e intercongregacionalidad, son algunas de las prioridades de los consagrados

En el marco de la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, hoy 2 de febrero, cuando también se celebra la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor, Vida Nueva dialogó con la presidenta de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), Gloria Liliana Franco, sobre los desafíos y las prioridades de las religiosas y los religiosos en el país.

Desentrañar la verdad

PREGUNTA. ¿Cómo se sitúa la vida religiosa colombiana en la actual coyuntura del país?

RESPUESTA. Sabemos que es un momento complejo, que estamos ante una patria polarizada y que precisamente por eso, debemos situarnos en actitud permanente de discernimiento, con sentido crítico y capacidad de leer los acontecimientos para desentrañar la verdad. Lo más auténtico de nuestra identidad nos exige ser testigos y profetas.

Testigos de la verdad

P. ¿Qué significa ser ‘testigos’ en Colombia?

R. Testigos de un modo distinto de proceder, en el que se privilegie por encima de todo, la dignidad de las personas, se anime al diálogo y a la reconciliación. Testigos de una escala de valores, en la que no hay lugar para la corrupción, para la doble moral, ni para los fanatismos que dividen y desangran. Testigos de la verdad del Evangelio, de la llamada a humanizar los espacios y las estructuras. Testigos en medio de la gente, allí donde se desarrolla la cotidianidad de nuestro pueblo: por las calles, en las veredas, en los hospitales y las escuelas… allí, hablando un lenguaje sencillo, motivando a la consciencia critica,  a mantener la memoria, a asumir la posibilidad de existir en democracia, con responsabilidad, ética y pertenencia.

Ponerse del lado de la vida

P. ¿Qué implica ser ‘profetas’ en un país polarizado, urgido de curar las heridas de la violencia?

R. Ser profetas es ser capaces de anunciar en todo tiempo a Jesucristo, de actuar como Él, en coherencia, libertad y verdad. Capaces de desenmascarar toda forma de injusticia, de violación a los derechos humanos, de corrupción. Libres para ponerse siempre del lado de la vida y defender la dignidad de los más pequeños, pobres y vulnerables. Lúcidos para cuestionar toda maquinaria que atropelle el derecho de los más pobres, de las víctimas.

P. El papa Francisco animó a los colombianos a ‘dar el primer paso’ hacia la paz en septiembre del año pasado, durante su visita apostólica. ¿Qué pasos está dando la vida consagrada?

Estos pasos los expresamos en el  plan operativo anual que construimos con la junta ampliada de la CRC, en noviembre del año pasado, después de hacer eco al mensaje del Papa.

En la dimensión profética y misionera queremos impulsar la dinámica de análisis, reflexión y lectura crítica de la realidad; favorecer el compromiso apostólico con los migrantes que están llegando actualmente a todas las zonas del país; buscar junto a otras instituciones, medios de respuesta a la realidad de los migrantes venezolanos, haitianos, etc.; generar una red de acompañamiento y atención a los migrantes; animar a la creación de [comisiones de] Justicia Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en las seccionales en las que no existe; orientar la reflexión teológica de los religiosos colombianos, a la luz del mensaje papa Francisco; explicitar el compromiso que, como vida religiosa colombiana, tenemos con las víctimas del conflicto armado en el país, las víctimas de la trata de personas y con las comunidades indígenas y afrocolombianas; seguir haciendo presencia significativa en la REPAM e impulsar todas las iniciativas que favorezcan el cuidado de la ecología integral.

Compromiso con los jóvenes

De cara a nuestro compromiso con los jóvenes deseamos promover con mayor creatividad y empeño el trabajo por las vocaciones; impulsar cauces de preparación y participación en la Jornada Mundial de la Juventud; animar en los procesos formativos, al cuidado de la interculturalidad, con respeto y valoración especial de las culturas indígenas y afrocolombianas; aprovechar la coyuntura del Sínodo de los jóvenes, para favorecer la reflexión en torno a las nuevas culturas juveniles y el diálogo intergeneracional; favorecer, en esta coyuntura del país, la formación en criterios de discernimiento para la formación política; ofrecer espacios y alternativas de acompañamiento a formandos y formadores; continuar favoreciendo espacios y actividades de formación permanente.

Trabajo en red

Frente al desafío del trabajo en red, esperamos continuar impulsando el trabajo articulado entre las comisiones y las seccionales; favorecer la dinámica de comunión; continuar ofreciendo acompañamiento a las seccionales y comisiones; y dar pasos en el mejoramiento de la estructura comunicativa de la CRC.

Por último, nos proponemos animar a la creación de redes de intercongregacional que potencien nuestro compromiso con la construcción del Reino, y, en este sentido, crear la comisión de misiones de la CRC.

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