El Papa: “Dadles de amamantar sin miedo, es el lenguaje del amor”

  • Francisco bautiza a 34 niños y niñas en la Capilla Sixtina y reabre el debate de dar el pecho a los bebés en público
  • “Rezad con el lenguaje de los niños, que tanto gusta a Jesús”, ha aconsejado

El Papa Francisco bautiza a un niño en la Capilla Sixtina/LOR

Como es tradición, la mañana de este domingo 7 de enero, fiesta del Bautismo del Señor, el papa Francisco ha celebrado una Misa en la Capilla Sixtina durante la que ha bautizado a 34 neonatos, 16 niños y 18 niñas. Casi todos ellos, como es costumbre, hijos de empleados de la Santa Sede.

Francisco ha dado varios consejos a los padres de los recién bautizados, explicándoles el significado de este gesto que les hace entrar a formar parte de la Iglesia.

“Queridos padres, traéis a vuestros hijos al bautismo, y este es el primer paso en vuestra tarea de transmitirles la fe”. Así ha comenzado el Papa su simpática e improvisada homilía, recordándoles sin embargo que “Necesitamos que el Espíritu Santo transmita la fe, no podemos hacerlo solos. Esta transmisión es una gracia del Espíritu, por eso estáis aquí, para que vuestros hijos reciban a la Trinidad, que habitará en sus corazones”.

“Transmitir en dialecto”

Francisco ha señalado que, además del Espíritu Santo, hay otros factores que intervienen en esta transmisión, ya que debe efectuarse “en su propio dialecto”. Con esto se refiere al “lenguaje del amor (…) el dialecto de los padres, el de los abuelos”. Así, cuando los niños crezcan “los catequistas desarrollarán esta primera transmisión con ideas y explicaciones”. Pero, ha insistido “lo hacen en dialecto, y si falta el dialecto, si no hablan en casa el lenguaje del amor, la transmisión no se puede hacer. No lo olvidéis, vuestra tarea es transmitir la fe, pero hacerlo con el dialecto del amor del hogar, de la familia”.

El lenguaje de los niños

El Papa ha recordado entonces que los niños tienen su propio dialecto “ahora todos están callados, pero ¡es suficiente con que uno marque el tono y luego la orquesta le sigue!”. Y este lenguaje de los niños, ha dicho, no debemos olvidarlo, ya que ellos “hablan como pueden, pero es un lenguaje que gusta mucho a Jesús”. Partiendo de esto, ha aconsejado ser como ellos al rezar: “Sed tan sencillos como ellos en la oración, contadle a Jesús lo que hay en vuestros corazones”.

El Pontífice ha concluido entonces la homilía con un simpático recordatorio:  “Vamos a continuar la ceremonia, si empiezan con el concierto es porque no están cómodos, tienen calor, hambre… Si tienen hambre, dadles de amamantar sin miedo, porque eso es lenguaje de amor”.

 

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