Los jóvenes en el Informe de la Fundación SM: consumistas, rebeldes y hedonistas

  • El estudio ‘Jóvenes españoles entre dos siglos’ desvela cómo los millennials son más permisivos con el terrorismo o la violencia de género, y cómo aumenta el extremismo ideológico
  • El 40% se define como católico, pero la religión está en los últimos lugares de su escala de valores
  • “Faltan referentes morales y faltan educadores morales en la sociedad”, lamenta el sociólogo Juan María González-Anleo

informe Jóvenes españoles entre dos siglos Fundación SM 2017 presentación en Madrid

Una radiografía de los millennials, de esa generación que se hace a sí misma un selfie para mostrar quienes son, sus preocupaciones o inquietudes. Es el espíritu del noveno informe sobre la juventud elaborado por la Fundación SM presentado hoy en Madrid, bajo el título ‘Jóvenes españoles entre dos siglos’. Desde 1982, con una periodicidad media de cinco años, el estudio analiza su mirada política y social, valores, relaciones familiares, religión, cultura y ocio juvenil.



“Se ha acelerado el laxismo moral de los jóvenes. La permisividad con comportamientos como el terrorismo, la violencia de género, la pena de muerte, aceptar un soborno… ha aumentado”, ha denunciado Juan María González-Anleo Sánchez, coautor del informe junto a José Antonio López-Ruiz, en la presentación del informe a los medios en Madrid hoy martes 12 de diciembre.

“Faltan referentes morales y faltan educadores morales en la sociedad. Los jóvenes son cada vez más autorreferentes morales y los auténticos influencers son los youtubers”, dejó caer el sociólogo, quien lamenta que “los padres pasan la patata caliente a la escuela y los maestros tampoco cuentan con tiempo y medios”.

Fe con poca relevancia

En esta misma línea, González-Anleo ha explicado cómo, en materia religiosa, entre 2010 y 2016, crece el número de jóvenes que abandonan la fe para pasar a ser agnósticos, pero fundamentalmente ateos.

De hecho, la religión sigue ocupando uno de los últimos lugares en la escala de cosas importantes para los jóvenes (16%). No obstante, un 40% se define como católico; y para un 78% de los que se definen como “muy buenos católicos” y “católicos practicantes”, la religión es muy o bastante importante. Para los católicos “no muy practicantes”, el credo tiene tan poca relevancia como para los “no practicantes”.

Consumistas, rebeldes y demasiado preocupados por su imagen

En otro orden de cosas, la generación de jóvenes entre 14 y 25 años se dibujan como consumistas, rebeldes y demasiado preocupados por su imagen. “Estamos ante un estudio que está marcado por una profunda crisis económica, lo que influye en su incertidumbre”, ha advertido López-Ruiz, que apuntó, sin embargo, cómo “los jóvenes de hoy no son tan diferentes de sus padres. Probablemente los jóvenes de los 80 y 90 sí vivieron un marco muy diferente los de sus padres”.

No hay brecha generacional

Además, el informe señala, entre datos reveladores, cómo aumenta el interés de los jóvenes por la política, aunque esto no se traduzca en una mayor participación. De esta manera, si en el informe de 2010 el 56% apuntaba que “la política no tiene nada que ver conmigo”, hoy este punto solo lo suscribe un 43%.

González-Anleo ha alertado del aumento de la radicalización ideológica: el 22% de los jóvenes hoy se sitúan en la extrema derecha o en la extrema izquierda. De hecho, las nuevas generaciones “vuelven a pensar en términos de izquierda y derecha”, comentó, si bien reconoce que “no hay una brecha generacional en este sentido, pero sí una pequeña quiebra”.

Otra de las constataciones del estudio es la caída en confianza en las instituciones en la última década, especialmente en todo lo relacionado con la política. “Solo hay ganancia en las Fuerzas Armadas, la Policía, las multinacionales y la Iglesia”, revela González-Anleo.

También resulta muy significativo que cinco de cada diez jóvenes se muestren interesados por el voluntariado, pero solo dos de cada diez lo traduzcan en un voluntariado real.

Frente a esto, la familia se presenta como el mayor referente del joven para entender su posición en el mundo, siendo “muy” o “bastante” importante para el 97%, muy por delante de los amigos, del ocio…

Esperanza y dinamismo

“Preguntar a los jóvenes por ellos mismos es darle voz, es lo que hemos querido”, apuntó Javier Palop, director de la Fundación SM, que señala cómo no solo se busca un estudio sociológico, sino analizar la realidad de las nuevas generaciones “con perspectiva y mirada hacia el futuro”.

Palop ha subrayado el servicio a la comunidad educativa que busca ser este informe, así como la creación, de la mano de SM, del Observatorio de la Juventud en Iberoamérica, creada en colaboración con Naciones Unidas, a través de la CEPAL.

“La juventud tiene hoy retos y dificultades importantes, pero también más oportunidades que nunca”, ha expuesto Paloma Fontcuberta, coordinadora del Observatorio, consciente de que “la crisis económica se deja notar, pero a la vez esperanzador y dinámico”.

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