Francisco: “Los santos no son superhombres, viven las fatigas del día a día”

El Papa destaca en el Ángelus “también es la fiesta de los santos de la puerta de al lado, personas sencillas que ayudan a Dios”

El Papa en el ángelus del 8 de octubre de 2017

A las 12 de hoy, festividad de Todos los Santos, el papa Francisco ha presidido el rezo del Ángelus en la Plaza de san Pedro del Vaticano. Durante el discurso que precede a la oración, el Pontífice ha explicado el significado de esta Solemnidad, recalcando la “humanidad” de los santos.

“La Solemnidad de Todos los Santos es nuestra fiesta: no porque seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestras vidas” ha comenzado tras saludar a los presentes. “Podemos comparar a los santos con las vidrieras de las Iglesias, que dejan pasar la luz en distintos tonos. Son hermanos y hermanas nuestros que han recibido en su corazón la Luz de Dios y la han transmitido al mundo cada uno en su propia ‘tonalidad’. Pero no eran transparentes, tuvieron que luchar contra el pecado para poder dejar pasar esta Luz

Francisco ha repasado entonces el Evangelio del día, que es el discurso de las Bienaventuranzas: “Los ingredientes para la felicidad son las Bienaventuranzas, son bienaventurados los simples, los que saben llorar por sus propios errores, los que se ponen humildemente ante Dios, los que luchan por la justicia, los misericordiosos(…) No se necesitan actos llamativos, los santos no son superhombres, sino quienes viven las pruebas y fatigas de cada día. Así son los santos, respiran el mal del mundo como todos pero nunca pierden de vista las Bienaventuranzas, que son como un ‘mapa’ de la vida cristiana

Bienaventurados los pobres de Espíritu

Ha concluido esta reflexión diciendo que la fiesta de hoy no es solamente de los santos canonizados por la Iglesia, sino también de “los santos de la puerta de al lado que quizá hayamos conocido durante nuestra vida. Es una fiesta de familia, de tantas personas sencillas y escondidas que ayudan a Dios a que el mundo avance. Y hay muchísimos ¡muchísimos! ¡Saludémosles con un aplauso!”

Sin embargo, ha recalcado dos Bienaventuranzas concretas, la primera del sermón y una que se añade en el Apocalipsis. “Estos santos son, ante todo, pobres de Espíritu. No viven para el éxito, el poder o el dinero (…) La verdadera felicidad es estar con el Señor y vivir por amor ¿Vosotros creéis esto?-ha preguntado a los fieles antes de repetir al frase-La verdadera felicidad es estar con el Señor y vivir por amor. El Señor es el verdadero tesoro de la Vida, y el Amor al prójimo la única fuente de ganancia” En cuanto al Apocalipsis, ha citado una Bienaventuranza añadida que tiene mucho que ver con las celebraciones de estos días: “’Bienaventurados de ahora en adelante los muertos que mueren en el Señor.’ Mañana estamos llamados a acompañar a nuestros difuntos con la oración para que gocen del Señor para siempre.” Ha dicho.

Oración por los atentados

Tras el rezo del ángelus, el Papa se ha mostrado profundamente dolorido por los recientes atentados en Somalia, Afganistán y Nueva York, y ha pedido que nos unamos a él en la oración por las víctimas y familiares, y pidamos al Señor la conversión de los terroristas “y libere el mundo del odio y la furia homicida que abusa del nombre de Dios para propagar la muerte” Finalmente ha recordado que mañana visitará el cementerio americano de Neptuno y las fosas Ardeatinas, y ha pedido oración en recuerdo de las víctimas de los grandes conflictos armados.

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