El Papa ha recibido hoy a una delegación de la Iglesia Metodista en el cincuenta aniversario de la inauguración del diálogo teológico entre Iglesias Católica y Metodista. En palabras del Pontífice, medio siglo de relación que se traducen en “50 años de diálogo fraternal y paciente, que han hecho que ya no seamos extraños entre nosotros, ni en nuestros corazones ni en el Señor, gracias al verdadero bautismo que nos ha hecho hermanos y hermanas”.
Francisco ha recordado cómo John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista, exhortaba a sus fieles a vivir una vida santa, y cómo su ejemplo llevó a muchas personas a leer la Biblia y acercarse a Jesucristo. “Cuando vemos el trabajo del Espíritu Santo en otras confesiones cristianas, no podemos sino alegrarnos”, ha asegurado el Santo Padre. Después, el Papa ha reafirmado su intención de que el diálogo con el resto de iglesias continúe, ya que “nos da el valor para encontrarnos entre nosotros, con un esfuerzo para aprender los unos de los otros”.
El Sumo Pontífice ha insistido en que el amor es la base de nuestra fe común, por lo que “cuando católicos y metodistas nos ponemos al servicio de los pobres y marginados -ha dicho- estamos respondiendo todos a la llamada del Señor”.
Finalmente ha reiterado su deseo de que el diálogo se torne algún día en reconciliación. “Hemos aprendido a vernos unos a otros como hermanos y hermanas, ahora es momento de prepararnos, con humildad, esperanza y esfuerzos concretos por la unión definitiva que vendrá cuando compartamos el Pan”, ha concluido el Obispo de Roma.
