El párroco de las Ramblas: “Aquí estamos para orar y acompañar”

  • “Hay un tejido de encuentro en el barrio para que no se genere un discurso del odio y la simplificación”, asegura Peio Sánchez, que está al frente de la iglesia de Santa Anna

Concentración en las Ramblas, tras el atentado en Barcelona/EFE

A Peio Sánchez se le conoce dentro y fuera de Barcelona por ser el sacerdote promotor de la Semana de Cine Espiritual de la Conferencia Episcopal Española. Pero Peio es además el párroco de la Iglesia de Santa Anna, la más próxima al inicio de las  Ramblas, el lugar donde la fugorneta conducida por el terrorista comenzó la masacre, que le llevaría a pasar por delante de la parroquia de la Mare de Déu de Betlem para detener a la altura del Liceu.

“Un ataque de violentos a personas inocentes siempre representa un escándalo”. Son las primeras palabras que le nacen a Peio cuando se le interpela por lo sucedido en la tarde del jueves. “En la proximidad uno es más consciente que cualquiera podemos ser las víctimas”, reflexiona, mientras pone su pensamiento en algunas de los vecinos de la parroquia que vivieron en primera persona cómo la furgoneta arrollaba a la multitud cuando todavía no eran las cinco de la tarde del jueves: “Es conocido por todos que en las Ramblas se multiplican las floristerías. En la que sirve a la parroquia esta una de las personas que colabora estrechamente con nosotros y está francamente abatida porque lo vio todo”.

Vuelta a la normalidad

Cuando apenas han pasado 24 horas del ataque terrorista en Barcelona, el párroco de Santa Ana ha podido comprobar cómo “la ciudad intenta recuperar la normalidad dentro de lo que cabe”. “A lo largo de las Ramblas se suceden las muestras de consuelo y se multiplican las flores y los cirios”, comenta.

Por eso, tiene claro cuál es su misión a partir de hoy y durante las próximas horas: “Estamos aquí para vivir esta situación desde la fe, orar por la paz y acompañar desde el sufrimiento a quien lo precise”, comenta el párroco que considera que frente “a una violencia sin sentido que produce gran dolor y sufrimiento, desde la fe no queremos alimentar los discursos del odio, sino favorecer la acogida del sufrimiento de tantas personas”.

Consciente de la mayoría de los fallecidos y heridos son turistas, desde las parroquias barcelonesas se han puesto en marcha para responder a cuanto puedan necesitar. “Estamos apoyando a los capellanes de lenguas extranjeras que están recorriendo los hospitales a través de intérpretes que puedan acompañar en todo lo que necesiten a las víctimas”, explica el sacerdote. Precisamente, con estos capellanes, mañana por la tarde tendrá lugar una celebración en la parroquia, en pleno corazón de Las Ramblas, para rezar por las víctimas y para implorar por la paz.

Diálogo entre religiones

El barrio donde se sitúa la iglesia de Santa Ana se ha convertido de unos años para acá en un hervidero multicultural, de lenguas y rezas. ¿Teme que este atentado pueda alterar la convivencia entre las diferentes culturas y religiones? “Desde hace tiempo se viene trabajando en espacios puente de diálogo entre religiones en la ciudad para conocer la realidad de los musulmanes. En estos momentos estos espacios se convierten en especialmente significativos  porque la relación con las comunidades islámicas es buena y estrecha”, explica Sánchez que es testigo de cómo los musulmanes barceloneses buscan explicitar en su día a día como los yihadistas “son grupos radicalizados que asumen estas dinámicas de violencia que no corresponden a lo que ellos viven”

“Hay un tejido suficiente de encuentro para que no se genere un discurso del odio y la simplificación”, subraya el sacerdote que recuerda además cómo “Barcelona tiene una larga tradición de convivencia”.

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