Así intentó Benedicto XV frenar la Primera Guerra Mundial

  • Hoy 1 de agosto se cumplen cien años de la carta en la que el Papa instaba a los gobernantes a frenar la “matanza inútil”
  • Francisco hizo suyo el grito de su predecesor hace un mes ante los líderes del G20

Hoy 1 de agosto se cumplen cien años de que Benedicto XV publicara una carta en la que instaba a los gobernantes del planeta para acabar con la “matanza inútil” que había generado desde 1914 la Primera Guerra Mundial.

A través de esta misiva, el Papa hizo un llamamiento a los líderes de aquel momento a “reflexionar ante su gravísima responsabilidad ante Dios y ante los hombres”.  Y no solo se quedaba ahí, sino que les hacía cómplices de la solución del conflicto, en tanto que sus decisiones repercutían directamente en “la serenidad y la alegría de innumerables familias, la vida de miles de jóvenes y la felicidad misma de los pueblos que ellos tenían el deber absoluto de procurar”.

Llamamiento a Europa

Giacomo della Chiesa  les preguntaba a las naciones involucradas en la Primera Guerra Mundial: “¿El mundo civil deberá reducirse a un cementerio? ¿Y Europa, tan gloriosa y floreciente, casi arrasada por una locura universal sale al encuentro de un verdadero y propio suicidio?”.

El Papa no solo hacía un llamamiento a la paz ante el “semejante y angustioso estado de las cosas”, sino que además les planteaba un plan de paz con siete medidas, entre las que destacaba que “la fuerza moral de las armas” fuera sustituida “por la fuerza moral del derecho”, aterrizando en asuntos tan concretos como establecer un mecanismo de arbitraje internacional. Así, se reclamaba la evacuación del norte de Francia y Bélgica, devolver a Inglaterra sus colonias, analizar las cuestiones territoriales en los Balcanes…

Trabajo diplomático

Estas propuestas eran fruto de un minucioso trabajo diplomático durante los meses previos, de tal manera que la carta se entregó a los jefes de las naciones en guerra el 9 de agosto.  Reflejo de ello es que, al ser enviada la carta, ya contaba con el respaldo de Alemania. Lamentablemente, Rusia, Francia e Italia, respondieron con silencio a la iniciativa de la Santa Sede lo que hizo que este esfuerzo del Papa no tuviera el resultado esperado.

Esta mirada comprometida de Benedicto XV fue reconocida y aplaudida por Francisco hace un mes en el mensaje con el que se hizo presente en la cumbre del G20 celebrada en Hamburgo. Es más, volvió a utilizar la expresión “inútiles matanzas” para reclamar a los países más poderosos del planeta que resuelvan “en paz las diferencias”, renunciando a los conflictos y deteniendo la carrera armamentística.

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