No soy un negro, soy un hombre

Más que un problema racial, un asunto moral

El documental I Am Not Your Negro, basado en el manuscrito Remember This House del escritor y activista neoyorkino James Baldwin (1924 -1987), revela con una profundidad implacable el problema de la ignorancia deliberada y de la apatía moral de los seres humanos.

El racismo y otros odios podrían sintetizarse para Baldwin en que “mi hermano ha matado a su hermano, sabiendo que lo era” y que su justificación proviene de la negación de la humanidad del otro, de negar que “es carne de su carne, hueso de sus huesos”, de hacerlo lo más distante y diferente posible para poder odiarlo y de los relatos que en la historia y en el cine se crearon “para convencernos de que no hubo un crimen”. Apoyado en material periodístico y publicitario de los años de la segregación en Estados Unidos, el director, Raoul Peck, constata en lo audiovisual lo que la voz narrativa de Baldwin nos revela poéticamente: “se han convertido en monstruos morales”. En los carteles de las manifestaciones de los blancos se lee: “la mezcla de razas es comunista”, “detengan la mezcla racial”, “no iremos a la escuela con negros”, “huelga en contra de la integración”. Una mujer blanca declara preocupada en una entrevista: “Dios perdona el asesinato, perdona el adulterio, pero ahora está enfadado y maldice a todos los que favorecen la integración”.

El discurso religioso toma protagonismo en el documental a través de diversos ángulos. Se narra la convergencia histórica de tres líderes afroamericanos amigos de Baldwin y asesinados: Medgar Evers, en 1963, Malcom X, en 1965, y Martin Luther King Jr., en 1968. Los discursos religiosos sobre cómo enfrentar el racismo van desde la justificación de la violencia contra el opresor y no “poner la otra mejilla” hasta la resistencia pacífica que implica sufrir la violencia sin infligirla. Los choques entre los pensamientos de Malcom y Martin parecían irreconciliables. Sin embargo, confiesa Baldwin, “para cuando habían muerto, sus posiciones se habían vuelto lo mismo”.

I Am Not Your Negro es un viaje en el que nos encontramos a nosotros y, por esa vía, encontramos nuestra historia: “nosotros somos nuestra historia”, pero “no es una historia bonita”, porque está llena del miedo y de la rabia que hemos construido; sin embargo, como Baldwin afirma, no podemos ser pesimistas porque aún estamos vivos y porque aún podemos hacernos las preguntas fundamentales: ¿por qué necesito crear a un otro diferente para odiarlo? Y, ¿cómo haré para reconciliarme con él, después de tanto dolor? Sin duda, un documental necesario en estos días en los que, en el umbral de la paz, el odio y la rabia parecen exacerbarse.

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