Elisa Beni: “He estudiado teología y resuelto mi crisis religiosa: soy atea”

La periodista estrena novela, ‘Pisa mi corazón’, un thriller que explora los límites del poder y su relación con las parafilias

La periodista Elisa Beni en una imagen de archivo

Un conocido empresario español es asesinado durante una sesión de sexo extremo, en la que ha sido sometido. Un poderoso caballero, ensalzado socialmente, pero con reverso oscuro que horrorizaría a cualquiera. Así arranca ‘Pisa mi corazón’ (Almuzara), la nueva novela de Elisa Beni. Un thriller que explora los límites del poder y su relación con las parafilias. Hablamos con la gran escritora que abandona por unos instantes sus armas de periodista para adentrarnos en su libro.

PREGUNTA.- ¿Por qué un ‘thriller’, y por qué una parafilia y el poder como telón de fondo?

RESPUESTA.- La novela negra con ritmo de thriller me parece un contenedor literario magnífico para hablar de cuestiones que pueden resultar incómodas en otro contexto. En este tipo de novelas, el lector sabe que va a encontrarse con el mal. Es una característica del género. No es algo que le cause un malestar específico cuando lo halla. Respecto al tema de utilizar la parafilia del masoquismo masculino en la novela tiene como origen mi curiosidad y la exploración del poder masculino. (…)

P.- ¿Le puedo preguntar si tiene algún tipo de sentido de la trascendencia?

R.- Hace tiempo que resolví mi “crisis religiosa”. Soy atea. Es una convicción. He sido educada como cristiana, he estudiado teología y he leído y reflexionado sobre mi falta de fe. Soy atea. No somos importantes. Morimos y acabamos. No pasa nada.

P.- ¿Y qué opinión le merece Francisco?

R.- Me parece un hombre de bien. Hay convicciones a las que se puede llegar por caminos diferentes. Él llega a luchar contra la desigualdad desde el cristianismo y otros desde la izquierda; él defiende la dignidad de las mujeres ante la prostitución o la gestación subrogada desde el humanismo cristiano y yo desde el feminismo. Hay planteamientos y enseñanzas suyas que comparto aunque mi viaje intelectual y moral sea distinto.

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