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portada Pliego Jesuitas y poesía 3043 julio 2017
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Jesuitas y poesía: “¡Ay del poeta puro!”

Soy jesuita y me gusta la poesía. Casi podría decir que me gusta la poesía porque soy jesuita. En los primeros años de nuestra formación –dos años de juniorado– nos iniciaron en la lírica y, desde entonces, ese gusanillo de aprecio no ha hecho sino crecer.

Por eso, una vez me llevé un chasco al leer una frase de Unamuno sobre los jesuitas y la poesía: “Apenas se albergó cigarra cantora en ese hormiguero de clérigos regulares”.

Es verdad que los jesuitas brillan por su ausencia en los manuales de literatura. Casi el único que aparece es Baltasar Gracián y, si creemos a Jorge Luis Borges, la poesía no era lo suyo:

Laberintos, retruécanos, emblemas
helada y laboriosa nadería
fue para este jesuita la poesía
reducida por él a estratagemas.
No hubo música en su alma;
solo un vano herbario
de metáforas y argucias
y la veneración de las astucias
y el desdén de lo humano
y sobrehumano.

Esta contradicción entre lo que se vive por dentro en la Compañía de Jesús y lo poco que eso es apreciado por fuera es un tema que me ha intrigado, y es la razón de estas páginas. Quisiera mostrar que la relación entre los jesuitas y la poesía –por lo menos, la poesía en lengua castellana– es una historia plagada de tensiones, algo así como una relación matrimonial siempre al borde del divorcio.

Con una consecuencia: nuestra producción poética ha salido perdiendo, no ha sido lo que debería ser. ¿Por qué los franciscanos (Francisco de Asís) y los carmelitas (Juan de la Cruz) y los agustinos (fray Luis de León) son tan buenos poetas y nosotros no? De esto quiero hablar.

Índice del Pliego

  • I. De la Fundación (1540) a la supresión (1773)
  • Inicios antipoéticos
  • Cinco fórmulas para esquivar los golpes
  • II. De la restauración (1820) hasta nuestros días
  • El desarreglo perdura
  • “¿Un jesuita poeta? ¡Un bicho raro!”
  • ¡Cuidado! La fama es “deslumbrante y peligrosa”
  • Floración
  • Poesía, enfermedad y cárcel
  • Poesía y otras especialidades
  • La poesía, “arma cargada de futuro”4
  • Los mejores
  • Poesía y sacerdocio
  • Sí pero…: la tensión inherente a la poesía
  • La subida al monte del silencio
  • La mínima y lírica Compañía de Jesús
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