Tribuna

¿Vas a apostatar?

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Apostatar es renunciar a la fe. La carta que presentás en el obispado lo dice claro: no querés pertenecer más a la Iglesia Católica. Pedís que se te borre de los registros (no puedo adulterar los libros de bautismos, pero debo hacer la nota marginal correspondiente).

Te confieso que me duele. Tal vez no te interese mi dolor, pero te lo expreso. Me duele no por los libros (son importantes, pero no son lo más importante). Me duele que te quieras distanciar de una experiencia que para mí es plenificante y llena de sentido. Me duele y me siento un poco responsable, porque algo de mi vida no te mostró a Jesús. Pero además me duele otra cosa: me duele que te estén engañando. Porque decís que el Estado va a mirar los libros para dar dinero a la Iglesia según la cantidad de gente que aparezca en ellos. Debo decirte que eso es falso. Lamento decirte que te han mentido. ¿Querés saber lo que recibe la Iglesia Católica del Estado Nacional? Te cuento:

1) Hay una financiación directa:

  • Sueldo de Arzobispos y Obispos. Ley 21.950. Es el 80 % del sueldo de un Juez Nacional de Primera Instancia (son 71 obispos que cobran $46.800 c/u). Los obispos auxiliares cobran el 70% del mismo sueldo (22 auxiliares cobran $40.950 c/u). Por la Ley 21.540, los obispos eméritos también cobran $40.950 c/u (hoy existen 35 obispos eméritos).
  • Párrocos de frontera. Por Ley 22.162 hay 527 beneficiarios con $3.000 c/u.
  • Seminaristas de nacionalidad argentina (diocesanos, mercedarios, dominicos, franciscanos, jesuitas y salesianos). Por Ley 22.950 hay hoy 901 beneficiarios de $2.500 c/u.
  • Sacerdotes seculares no amparados por ningún régimen previsional. Por Ley 22.430 hay 45 beneficiarios de $3.700 c/u.

El total de la financiación directa es de $130.421.300. Como ves, no cuenta para nada la cantidad de bautizados. Y, si notás, los curas se sostienen con el aporte de las mismas comunidades y/o con sus propios trabajos. Vos pedís “los curas, a laburar”… bueno, ya lo hacemos.

2) Existe además un aporte en razón de la actividad, como las subvenciones a los colegios de gestión privada por la Ley 26.206 (que alcanza a los colegios de cualquier confesión religiosa). También aquí podría contarse aportes a algunos comedores administrados por instituciones religiosas.

3) Existe, por último, una financiación indirecta que consiste en algunas exenciones impositivas: ganancias (Ley 20.628), IVA (Ley 20.631), premios en juegos de sorteo (Ley 20.630) y transacciones financieras (Ley 25.413). Estas exenciones no son exclusivas de la Iglesia Católica, sino que es para todas las confesiones. De más está decir que ninguna institución religiosa está exenta de las obligaciones de la seguridad social.

Disculpame si te aburrí con tantos datos. Pero no quiero que te mientan. Vos pedís separación de Iglesia y Estado. Yo también la pido. La historia me muestra que cuanto más libres seamos, mejor. Pero te pido la honestidad de sentarnos a conversar qué queremos pedir. ¿Es cortar el aporte a los obispos? ¿Es que todos los colegios y comedores de la Iglesia pasen al Estado? Seamos sinceros… ¿es sólo una cuestión económica o se mueve detrás algo ideológico? Yo quiero separación, pero también libertad y respeto, porque considero que la dimensión religiosa es constitutiva del ser humano, aunque algunos no profesen ninguna religión.

Me duele que te quieras distanciar, porque quisiera abrazarte y decirte que el Evangelio vale la pena. Sé que no te interesa. Pero al menos sabé que sigo acá para que nos sentemos y charlemos. Busquemos juntos. Jesús de Nazaret, en la intimidad de una mesa compartida, nos propuso un mundo nuevo, mejor y más humano.