Tribuna

Vacunas de ¿fetos abortados? “Vacunarse o no vacunarse, he ahí el dilema”

Compartir

Hace un tiempo, el ex presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, recibió un cóctel de anticuerpos monoclonales llamado REGN-COV2 producido por la compañía Regeneron.



Tiempo después, se dijo que ese cóctel se desarrolló gracias al uso de células y tejidos fetales; obviamente grupos religiosos pro-vida apelaron a la bioética para rechazar el uso de las vacunas que se desarrollan con derivados de células de fetos abortados.

Quiero explicarte que en efecto, ciertas líneas celulares derivadas de fetos abortados han sido usadas en la elaboración de, no solo anticuerpos monoclonales, sino también de las vacunas de Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, CanSino, la Universidad de Pittsburgh e Immunity Bio. También han sido usadas en el desarrollo del medicamento Remdesivir que también recibió Donald Trump.

¿Cómo empezó todo? En Holanda, Alex Van der Eb buscó obtener células capaces de producir proteínas con fines médicos. Uno de los investigadores posdoctorales que trabajaba en su laboratorio, el canadiense Frank Graham, logró insertar –después de 293 intentos– el material genético de un virus de “gripe” en el núcleo de células embrionarias de riñón de un embrión legalmente abortado en Holanda. Así surgió una línea celular llamada HEK 293.

La letra H viene de la palabra humano, la E de embrionario, la K de la palabra para riñón en inglés, kidney, y 293 por el número de intentos ¡fue persistente! Desde entonces esa línea celular HEK 293 y su derivado HEK 293T, se han convertido en las principales líneas celulares con las que trabaja la gran mayoría de laboratorios que hacen experimentos para el desarrollo de medicinas y vacunas. Su uso solo lo superan las controversiales líneas celulares HeLa, derivadas de un tumor canceroso del cuello del útero. Por cierto, quiero decirte que estas células fueron tomadas sin el permiso de la paciente Henrietta Lacks en los años cincuenta.

¡No te espantes! No es necesaria una carnicería de fetos, en realidad estas líneas celulares se mantienen en medios de cultivo donde se reproducen, se congelan y descongelan, por lo cual (aunque suene crudo) no ha sido usado ningún otro feto en la producción de estas líneas celulares, todas las células provienen de ese mismo desafortunado evento de aborto de hace mas de 50 años. A colación, aquí ya hay suficiente evidencia de que el aborto mata humanos, no solo células ¿o no? o hay que explicarlo aún más claro a los grupos pro-aborto.

La vacuna NO tiene estas células, (no te inyectan células de fetos) más bien, una vez desarrollada la vacuna, se ocupan estas líneas celulares para evaluar la eficacia y consecuencias de la vacuna.

¿Qué opinión tiene la Iglesia respecto al uso de estas vacunas?

Las vacunas desarrolladas con líneas celulares provenientes de fetos abortados son éticamente REPROCHABLES (aunque muchos medios de comunicación tergiversaron la información, haciendo un copy paste de “mala leche” para decir que el Vaticano aprobaba el uso de estas).

Ahora bien, el pronunciamiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la moralidad del uso de vacunas con sede en el Vaticano [1], a la letra dice:

“… cuando no estén disponibles vacunas Covid-19 éticamente irreprochables (por ejemplo, en países en los que no se ponen a disposición de médicos y pacientes vacunas sin problemas éticos o en los que su distribución es más difícil debido a las condiciones especiales de almacenamiento y transporte, o cuando se distribuyen varios tipos de vacunas en el mismo país pero, por parte de las autoridades sanitarias, no se permite a los ciudadanos elegir la vacuna que se va a inocular) es moralmente aceptable utilizar las vacunas contra la Covid-19 que han utilizado líneas celulares de fetos abortados en su proceso de investigación y producción.

La razón fundamental para considerar moralmente lícito el uso de estas vacunas es que el tipo de cooperación al mal (cooperación material pasiva) del aborto provocado del que proceden estas mismas líneas celulares, por parte de quienes utilizan las vacunas resultantes, es remota. El deber moral de evitar esa cooperación material pasiva no es vinculante si existe un peligro grave, como la propagación, por lo demás incontenible, de un agente patógeno grave: en este caso, la propagación pandémica del virus SARS-CoV-2 que causa la Covid-19″. [1]

Por lo anterior debemos considerar que se pueden usar todas las vacunas (que hayan sido clínicamente seguras) con conciencia cierta de que usar esas vacunas NO SIGNIFICA UNA COOPERACIÓN FORMAL CON EL ABORTO, por lo cual nuestra postura es, y seguirá siendo la oposición a esta práctica deshonrosa y anti-cristiana.

“…el uso lícito de esas vacunas no implica ni debe implicar en modo alguno la aprobación moral del uso de líneas celulares procedentes de fetos abortados. Por lo tanto, se pide tanto a las empresas farmacéuticas como a los organismos sanitarios gubernamentales, que produzcan, aprueben, distribuyan y ofrezcan vacunas éticamente aceptables que no creen problemas de conciencia, ni al personal sanitario ni a los propios vacunados.”

Ahora bien, quiero enfatizar en el llamado que se hace por parte de la Congregación: la vacunación debe ser VOLUNTARIA, en ningún caso obligatoria; sin embargo, “la moralidad de la vacunación depende no sólo del deber de proteger la propia salud, sino también del deber de perseguir el bien común”.

Ahora bien, quienes, por razones de conciencia, rechazan las vacunas producidas a partir de líneas celulares procedentes de fetos abortados, deben tomar las medidas, con otros medios profilácticos y con un comportamiento adecuado, para evitar que se conviertan en vehículos de transmisión del agente infeccioso.

Finalmente quiero pedirte que por responsabilidad social, cristiana y en un acto de amor a tu prójimo, te vacunes y juntos evitemos que más gente muera por egoísmo e indiferencia.

Hasta ahora, aunque la información pueden ser verdades a medias, las vacunas de ASTRAZENECA y JANSSEN son las únicas que han hecho público el uso de líneas celulares procedentes de fetos. Por su parte PFIZER-BIONTECH, SPUTNIK V y MODERNA dicen no usar líneas celulares provenientes de fetos.

 

[1] Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la moralidad del uso de algunas vacunas contra la Covid-19, Prensa Vaticano, 21 de diciembre de 2020.