Tribuna

Centro Albor: acogida con mayúsculas de las oblatas contra la trata

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Hace ya 21 años que Albor abrió sus puertas. Al ver el gran número de mujeres que precisaban atención en Valladolid, las Hermanas Oblatas comenzaron a desarrollar el programa Centro Albor. Desde entonces, junto con trabajadoras y voluntariado, han apoyado a miles de mujeres, todas ellas con la necesidad de tener un lugar de referencia al que acudir.



Albor, dedicado a las mujeres excluidas y/o prostituidas posibles víctimas de trata con fines de explotación sexual, ofrece diferentes actividades y servicios, desde higiene personal, lavado y secado de ropa, peluquería, acceso a Internet o talleres ocupacionales, hasta información y asesoramiento social y laboral, atención psicológica y personal, prevención de ETS… Sin olvidar la posibilidad de “estar” en el Centro, simplemente descansando, leyendo, viendo la televisión o tomando un café.

En definitiva, el objetivo de Albor es ser un lugar de relación, amistad y estancia seguro y necesario para aquellas mujeres que no tienen domicilio o entornos facilitadores para su reinserción. De esta manera, la acogida, considerándola en su sentido más amplio, ocupa un lugar preferente. Albor les proporciona un espacio para llevar a cabo un proceso de recuperación personal y de autonomía plena, facilitando así su integración social, cultural y laboral.

Proyectos de intervención integral

El programa cuenta con tres proyectos diferentes. El primero de ellos es Puerta abierta, cuya labor está centrada en la acogida y atención a mujeres insertas en procesos de exclusión económica y social. El objetivo principal es mejorar la higiene personal de las mujeres, fomentar una ocupación más óptima del tiempo libre y reaprender unas correctas pautas de interacción.

Por otra parte, está el proyecto Amanecer, centrado en la promoción y reinserción de mujeres con dificultades especiales. Con él se pretende facilitar la inserción sociolaboral, desarrollar habilidades personales para valerse por sí mismas, generar comportamientos respetuosos con las normas de convivencia, proporcionar la información necesaria para hacer un uso eficaz y efectivo de los recursos existentes y fomentar el desarrollo de actitudes positivas hacia la búsqueda de un empleo.

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Por último, Albor ha desarrollado el programa Lena de información y apoyo a mujeres prostituidas y posibles víctimas de trata con fines de explotación sexual. Se puso en marcha en 2010 y tiene como objetivo principal el acercamiento a los lugares específicos de ejercicio de prostitución y realizar allí una primera intervención, llegando a mujeres a las que de otra manera no se tendría acceso, informando de las diferentes alternativas y recursos existentes.

Así se facilita una adecuada incorporación sanitaria, social y laboral de las mujeres prostituidas o tratadas, trabajando en la prevención de enfermedades de transmisión sexual y en la planificación familiar y posibilitando la información y el apoyo necesarios para facilitar el libre abandono de la prostitución de aquellas que así lo deseen.

Con estos tres proyectos, Centro Albor realiza una intervención integral, que posibilita trabajar cada área de una manera más directa y cercana.

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